Sólo 4 de los 24 candidatos demócratas tienen opción real de medirse con Trump

La última y más joven en este pelotón de cabeza se coló ahí gracias a su actuación del jueves pasado en el debate organizado por NBC en Miami, a costa de atacar con astucia a Biden y de comerle terreno a Sanders. Los sondeos iniciales indicaban que el golpe que le propinó a Biden, de 76 años, al echarle en cara su oposición a un capítulo de la lucha por los derechos civiles que le permitió a ella y a su hermana estudiar en un colegio de blancos, le habría hecho tambalearse. Con todo, sigue siendo el primer nombre que se le viene a la cabeza al 21% de los encuestados cuando se les pregunta sin enseñarles una lista.

Esta vez el voto será eminentemente pragmático. Los demócratas buscan quién puede asegurar la derrota de Trump y, como vicepresidente de Obama, Biden tiene más capital. El primer presidente afroamericano todavía es más popular a la sombra del caótico Gobierno de Trump. Su tirón con la población negra, los sindicatos, sus raíces en Pensilvania y su carácter campechano le ponen en cabeza.

Quienes temen demasiadas contradicciones en su historial legislativo ven a Harris como una buena opción. La californiana de 54 años, hija de un jamaicano, es la única mujer de color en este amplio abanico, lo que la convierte en favorita del electorado más codiciado: la población femenina afroamericana. Como fiscal general de California y senadora ha aprendido a poner a sus rivales contra las cuerdas, otro punto a su favor.

Los que prefieren a un verdadero progresista se reparten entre el socialista Bernie Sanders, de 77 años, y la senadora Elizabeth Warren, de 70, terror de Wall Street. Pero aunque Sanders sea el segundo, con 13 puntos, su calma y el peso de la etiqueta socialista han logrado que Warren y Harris le sigan de cerca empatadas con siete puntos, once si se enseña a los encuestados una lista de nombres. Con cerca de quinientos días por delante, ambas tienen tiempo de darles caza.