Muchos lo llamaron el Apocalipsis. El día en que los vientos huracanados del Pacífico conspiraron con un pequeño incendio propiciado por la sequía del cambio climático y las llamas engulleron la ciudad turística de Lahaina, en la isla de Maui (Hawái). Algunos tuvieron que saltar ... a las aguas infectadas de tiburones para no arder en el infierno. Al final del jueves, al menos 53 personas había perdido la vida, según la última actualización de las autoridades de Maui, y una docena fueron rescatados del mar por la Guardia costera.
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Todo Hawái sigue conmocionado. El huracán Dora estaba a casi 500 kilómetros de distancia, nada que preocupase a los locales, ni siquiera cuando se fue la luz. A las 9:30 horas (hora local), Matthew Rob desayunaba tranquilamente en un café del puerto, tras haber inspeccionado su bar, 'The Dirty Monkey', que también se había quedado sin electricidad, como todo en la zona. Confiaba en que la luz volviera antes de las 12:00, cuando tocaba abrir. Se fue a revisar la casa de su socio a 40 minutos al sur y por el camino vio árboles tumbados y palmeras descabezadas. A las 3:00 de la tarde subió a un cerro en su Jeep y vio a lo lejos una débil señal de humo. «En cuestión de minutos se convirtió en una gran columna», contó por teléfono al diario 'San Francisco Chronicle'.
Ni aún así se imaginó que en cuestión de horas el bar que abrió hace cino años habría desaparecido, junto con todo el pueblo. «No queda nada, es como si lo hubieran bombardeado». Sus empleados le llamaron en pánico mientras los servicios de emergencia les apresuraban a abandonar el pueblo de 13.000 habitantes. Cruzaron la calle entre casas en llamas y algunos tuvieron que caminar a lo largo de la autopista.
El aparcamiento de un hipermercado Walmart se convirtió en un improvisado campamento de refugiados donde más de 500 damnificados durmieron anoche en sus automóviles.
Las imágenes aéreas revelan que todo el puerto de Lahaina y la zona turística que le rodeaba ha desaparecido de la faz de la tierra. «No han quedado ni los cimientos», confirmó Robb. El Hotel Pioneer Inn, propiedad de la cadena Best Western, que oteaba el muelle desde 1901, ha sido consumido por las llamas, al igual que el centro comercial y cerca de 300 edificios. Google dice que 'The Dirty Monkey' está «permanentemente cerrado», aunque Robb, todavía impresionado, no decide su futuro. Otros hoteles más al sur, como el Four Seasons Maui o el Wailea Beach Marriott Resort, vieron acercarse peligrosamente el fuego, que cubrió más de mil acres, pero seguían este jueves expectantes.
Los turistas descamisados y en pantalón corto que huyeron con lo puesto se agolpaban en el aeropuerto de Kahului, al que llegaban menos de la mitad de los vuelos. En Airbnb se seguían ofreciendo idílicas casas con jardín y vistas al mar que ya no existen. La velocidad de las llamas dejó en estado de shock a los que veían arder en televisión el árbol más antiguo de la isla, el Banyan, plantado en 1873.
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Estremecidos, los hawaianos daban gracias al presidente Joe Biden por la rapidez con la que ha declarado el estado de emergencia para asistir a la isla. «Les ofrecemos nuestras oraciones, pero también todos los recursos que tengamos disponibles», dijo Biden. Tres focos seguían ardiendo este jueves en las localidades de Lahaina, Pulehu y Upcountry, con los bomberos y la Guardia Nacional batallando las llamas con el apoyo de helicópteros C-47.
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