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A falta de que miembros del Gobierno testifiquen en audiencias ante el Congreso para arrojar luz sobre el misterio del globo chino avistado la semana pasada mientras sobrevolaba el territorio estadounidense, un funcionario del departamento de Estado ha asegurado que el aparato tenía la capacidad ... de recopilar datos de inteligencia. Para apoyar la afirmación, que contradice la versión de Pekín de que se trataba de un aerostato meteorológico, dicha fuente ha explicado que los aviones espías U2 que sobrevolaron el aparato detectaron que estaba equipado con sensores, múltiples antenas y paneles solares.
«Tenía múltiples antenas para incluir una matriz probablemente capaz de recopilar y geolocalizar comunicaciones. Estaba equipado con paneles solares lo suficientemente grandes como para producir la energía necesaria para operar múltiples sensores activos de recopilación de datos de inteligencia», sostuvo el funcionario del Departamento de Estado, bajo condición de anonimato.
De igual modo, aseguró que el globo detectado en Estados Unidos y derribado el pasado sábado por orden directa del presidente, Joe Biden, era parte de un esfuerzo más amplio de espionaje a escala mundial. En concreto, apuntó que otros aerostatos del régimen chino han sobrevolado al menos cuarenta países de los cinco continentes.
Washington ha confirmado igualmente que la compañía fabricante del globo, cuyo nombre no ha dado a conocer, mantiene estrechos lazos con el Gobierno de Pekín. Además, dicha empresa muestra incluso en su web vídeos de vuelos anteriores. «Creemos que el fabricante de globos tiene una relación directa con el Ejército de China», ha añadido el funcionario.
El globo fue derribado el sábado por un avión de combate estadounidense tras cruzar gran parte del país, incluidas zonas donde el Gobierno almacena misiles nucleares en silos subterráneos y bases de bombarderos estratégicos. Sus restos son ahora analizados por expertos tras haber sido localizados al día siguiente por miembros de la Marina en aguas del Océano Atlántico. Concretamente, frente a la costa de Myrtle Beach, en Carolina del Sur.
El hallazgo del aerostato ha reavivado las tensiones entre las dos principales potencias mundiales. Además de forzar al secretario de Estado, Antony Blinken, a suspender un viaje al gigante asiático, donde estaba previsto que llegara el domingo, las críticas de China no han cesado. El régimen de Xi Jinping considera «irresponsable y gravemente erróneo» el proceder de Washington, a quien exige que le devuelva el globo y avisa de que el derribo tendrá consecuencias.
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