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efe
Jueves, 9 de abril 2015, 17:49
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, asegura en una entrevista que los "cambios históricos" en la política hacia Cuba ya están dando "resultados", y considerado que ni su país ni el resto de la región deben "mantener silencio" sobre la situación en Venezuela.
Obama ... ha reafirmado su compromiso de "asociación" con Centroamérica para tratar de resolver "factores subyacentes" como la violencia o la pobreza que han llevado a muchos a un "peligroso viaje al norte" en busca de oportunidades. Retos que marcarán la agenda de la Cumbre de las Américas.
¿Qué tipo de compromisos concretos espera obtener en la cumbre y cómo puede ayudar EE UU a luchar contra la desigualdad en la región?
Como presidente, les he dado mi palabra a nuestros hermanos y hermanas latinoamericanos de que Estados Unidos colaborará con los países y los ciudadanos de la región como socios en igualdad de condiciones, basándonos en nuestros intereses compartidos y en una relación fundamentada en el respeto mutuo. Eso se debe a que creo que las oportunidades y los desafíos a los que se enfrenta nuestro hemisferio solo pueden ser resueltos si trabajamos juntos, con un espíritu de responsabilidad compartida. Y eso incluye abordar el tema de las injusticias causadas por las desigualdades de tipo económico.
Creo que esta cumbre puede construir sobre la base del increíble progreso que ha logrado la región en las últimas décadas. A pesar de ello, junto a la nueva riqueza creada en la región un tercio de la población del continente todavía sufre de pobreza extrema, y le resulta enormemente difícil obtener acceso a la educación, la atención médica y los servicios básicos que necesitan sus familias. Estoy convencido de que la mejor forma de cerrar esta brecha es fomentar un crecimiento económico a gran escala que cree nuevas oportunidades, al igual que expandir el acceso a las herramientas que las personas necesitan para salir de la pobreza, que incluyen la educación, destrezas técnicas y la capacitación laboral.
¿Está listo para anunciar la reapertura de las embajadas en Washington y La Habana junto con el presidente cubano, Raúl Castro? ¿Cree que el régimen cubano está haciendo lo suficiente para mejorar la situación de los derechos humanos en la isla y realizar progresos en ese ámbito?
Los cambios históricos de nuestra política que anuncié el pasado diciembre representaron un quiebre con una estrategia que, durante más de 50 años, no logró mejorar las condiciones políticas o económicas del pueblo cubano. Como parte de ese anuncio, los gobiernos de Cuba y Estados Unidos se comprometieron a negociar el restablecimiento de relaciones diplomáticas, cuya ruptura se produjo en 1961, y Estados Unidos tiene la intención de cumplir con ese compromiso.
De todas formas, la reapertura de las embajadas es tan solo una parte del proceso de normalización entre nuestros dos países. Mientras tanto, nuestros gobiernos ya han iniciado las conversaciones sobre temas como la aviación civil, derechos humanos, telecomunicaciones y otros asuntos que afectan a los ciudadanos de ambos países. Estoy convencido que el enlace beneficiará a los Estados Unidos y a Cuba; mejorará las vidas de los cubanos de a pie e impulsará la cooperación más efectiva a través del hemisferio.
La solicitud de 1.000 millones de dólares para ayudar a los países de Centroamérica a mejorar su seguridad con el fin de contener la inmigración ilegal a Estados Unidos aún necesita la aprobación del Congreso. Además, sus órdenes presidenciales sobre inmigración siguen bloqueadas en los tribunales. Entonces, ¿qué están haciendo para intentar avanzar con respecto a estos dos asuntos?
Los 1.000 millones de dólares que he pedido para nuestra estrategia en Centroamérica no son tan solo para la seguridad ni están pensados solo en respuesta al aumento de la inmigración que observamos. Al revés, son parte de nuestra estrategia elaborada para asociarnos con los países centroamericanos mientras tratan de resolver los factores subyacentes que han llevado a muchos en el pasado a realizar el viaje peligroso hacia el norte, incluyendo violencia y pobreza. Sirven para añadirse a los esfuerzos continuos de mi administración para promover la seguridad y la prosperidad en la región, incluyendo los programas de prevención de violencia a nivel de las comunidades. Durante mi viaje de esta semana, seguiré defendiendo nuestra petición de 1.000 millones de dólares al Congreso, que irán destinados a ayudar a los líderes de Centroamérica a realizar las difíciles reformas e inversiones necesarias para encargarse de los desafíos interrelacionados con respecto a la seguridad, el gobierno y la economía de la región
¿Cree que Estados Unidos sigue siendo el aliado principal y más importante para la región?
Sí, porque la relación entre Estados Unidos y el continente americano es como ninguna otra en todo el mundo. Estamos vinculados directamente por lazos familiares, comerciales, culturales, por valores compartidos y por nuestras aspiraciones sobre el futuro. Estamos vinculados por los miles de millones de hispanoamericanos, que es la población que más está aumentando en Estados Unidos y cuya influencia solo crecerá en las décadas que siguen. Y desde que asumí mi cargo, hemos reforzado nuestros lazos con Latinoamérica, que incluye lazos económicos, los cuales han impulsado las exportaciones estadounidenses a la región en casi un 70%. De hecho, no exagero al decir que nuestra relación con el continente americano es la mejor que hemos tenido en muchas décadas.
En marzo, emitieron una orden presidencial para imponer sanciones a Venezuela como una "amenaza" a la seguridad nacional. ¿Por qué creen que esta orden fue la decisión correcta para enfrentarse a la situación de Venezuela? ¿Están abiertos a tener un diálogo directo con el presidente venezolano Nicolás Maduro?
-Quiero hablar claro; nuestro interés principal y duradero es en una Venezuela que sea próspera, estable, democrática y segura. Queremos que el pueblo venezolano triunfe y prospere. Estados Unidos es el socio comercial más grande de Venezuela, con más de 40.000 millones de dólares en comercio bilateral al año. Tenemos conexiones muy profundas y duraderas entre familias y nuestros ciudadanos. Creo firmemente en el compromiso diplomático, y Estados Unidos sigue abierto al diálogo directo con el gobierno venezolano para discutir cualquier tema de interés mutuo. De aquí en adelante seguiremos trabajando de cerca con otros (países) en la región para alentar al gobierno venezolano a llevar a cabo su compromiso de promover y defender la democracia en su gobierno, según se articula en la Carta de la OEA, la Carta Democrática Interamericana y otros instrumentos relevantes relacionados con la democracia y los derechos humanos.
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