Secciones
Servicios
Destacamos
Mercedes Gallego
Corresponsal Nueva York
Viernes, 26 de enero 2024
La columnista de Elle Jean Carroll salió ayer de los juzgados de Nueva York con una gran sonrisa. El jurado acababa de condenar a Donald Trump a pagarle la friolera de 83.3 millones de dólares en daños compensatorios y punitivos por haberla difamado, después ... de agredirla sexualmente y penetrarla con la mano a mitad de los 90 en los probadores de unos grandes almacenes de lujo.
De la astronómica cantidad otorgada, 65 millones de dólares van destinados a «daños punitivos», mientras que 18.3 serán usados para reparar la reputación de la víctima, que el magnate se ha encargado de destruir desde que ella hizo públicas sus acusaciones.
«¡Absolutamente ridículo!», protestó el magnate en Truth Social, con un tono notablemente educado para sus costumbres. «Estoy en total desacuerdo con ambos veredictos y apelaré todo esta Caza de Brujas que Biden ha Dirigido contra mí y el Partido Republicano», acusó.
La agresión sexual estaba civilmente probada. El jurado lo consideró así el año pasado, cuando condenó al magnate a pagarle 5 millones de dólares como compensación por ese daño, ya prescrito penalmente. Trump respondió al ataque, como le caracteriza, acusando a su víctima de mentir con comentarios derogatorios que incluían ataques peyorativos a su aspecto físico. Eso resultó en múltiples amenazas de muerte, que el jurado ha tomado en cuenta al decidir unánimemente la condena, cuatro veces mayor de lo que los abogados de Carroll habían pedido.
Con ello el jurado lanza un mensaje claro de que cada vez que el magnate abra la boca contra ella sonará la caja registradora, que Carroll ha ampliado las acusaciones a medida que se producían. Como resultado, Trump ha buscado maneras indirectas de atacarla. La víspera compartió 35 veces en ocho horas artículos de columnista de ultraderecha que hurgaban en la financiación del caso, sugiriendo así que hay fuerzas políticas detrás de la demanda. El mandatario también ha dirigido su ira contra el magistrado que preside el caso, al que ha llamado «100% Trump hater», alguien que le odia.
Su actitud desafiante ha aumentado a medida que veía perdido el caso. La semana pasada el juez lo amonestó por hablar con su abogada mientras Carroll declaraba, amenazándolo con echarlo de la sala si persistía. «Me encantaría», le retó él.
Ayer abandonó el tribunal antes de que el jurado emitiera su veredicto, tras menos de tres horas de reflexión. Con ello dejó el micrófono a su abogada, Alina Habba, que le acompaña en su gira política, de donde su esposa Melania Trump está notablemente ausente. En su primera oportunidad para hablar públicamente sobre el caso, Habba parecía actuar para el hombre que le paga, al que se presumía observándola frente a las pantallas de televisión.
«¡No, no tengo ninguna duda sobre trabajar para Donald Trump!», gritó nada más salir. «De lo que tengo dudas es de este sistema judicial», acusó. «Esto está ocurriendo porque Trump va ganado en las encuestas». La demanda por difamación fue presentada en noviembre de 2019, cuando Trump aún estaba en la Casa Blanca.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.