Detienen a varios miembros del Consejo opositor de Bielorrusia

Este lunes tuvieron lugar las dos primeras detenciones, la de Olga Kovalkova, mano derecha de la excandidata y principal cara visible de la revuelta contra Lukashenko, Svetlana Tijanóvskaya, y la de Serguéi Dilevski, otro de los componentes de la dirección opositora. Fueron arrestados cuando trataban de contactar con miembros del comité de huelga de la factoría de tractores de Minsk MTZ. Los agentes les cerraron el paso a la entrada de la fábrica, les detuvieron y se los llevaron en su vehículo.

Además, la escritora bielorrusa y premio Nobel de Literatura en 2015 Svetlana Alexiévich ha sido citada para este martes por los órganos judiciales a fin de ser interrogada en el marco de las diligencias abiertas. Ella también forma parte del Comité de Coordinación, al igual que Lilia Vlásova, que deberá acudir de la misma manera a prestar declaración. El Ministerio del Interior bielorruso informó igualmente de la detención de varios organizadores de las huelgas, entre ellos Alexánder Lavrinóvich, jefe del colectivo sindical de la fábrica MZKT.

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rafael M. Mañueco

Pável Latushko, otro de los integrantes del Comité de Coordinación, dijo este lunes a la agencia rusa TASS que la persecución de miembros del órgano opositor «limitará las posibilidades de diálogo» con las autoridades, que es el principal cometido para el que fue estatuido. Vlásova explicó que el Consejo de Europa solicitó a las autoridades bielorrusas garantías de seguridad para todos los miembros del Consejo de Coordinación «pero han ignorado la petición».

Lukashenko ya dejó claro que no hablará con nadie del consejo, ya que sus 70 componentes exigen el fin de la represión, la liberación de todos los encarcelados por motivos políticos y unas nuevas elecciones.

María Kolésnikova, jefa de campaña del candidato que acabó encarcelado, Víctor Babariko, y ahora una de las activistas más enérgicas del Comité de Coordinación, comentó este lunes ante los micrófonos de la Radio Eco de Moscú la aparición de Lukashenko el domingo a bordo de su helicóptero y armado con un fusil de asalto Kaláshnikov en el Palacio de la Independencia, rodeado de antidisturbios y de una empalizada de alambre de espino para impedir que los manifestantes se acercaran. «Las armas y sus amenazas no nos asustan», subrayó Kolésnikova. «La única persona que anda por ahí con armas y amenazas en Bielorrusia en este momento es Lukashenko (...) Es una pena que el presidente de un país europeo se comporte de esta manera», lamentó.