China deja de colaborar con EE UU en asuntos clave de seguridad tras la «provocadora» visita de Pelosi a Taiwán

Una de las medidas aplicadas por el Gobierno de Xi Jinping sanciona precisamente a Pelosi y a su familia más cercana debido a las iniciativas «despiadadas» y «provocadoras» de la presidenta del Congreso. Todo apunta a una prohibición de entrada en China y de la realización de negocio alguno en este país. Según el 'South China Morning Post', el Ministerio de Relacione Exteriores afirma que el viaje de la dirigente estadounidense a Taipéi «fue una grave violación de la soberanía e integridad territorial» del gigante asiático que infringe además el precepto de «una sola China».

Pero las sanciones no se detienen ahí. Pekín ha ordenado otras medidas, quizá no tan graves como la colaboración en defensa y clima, pero que demuestran el grado de tensionamiento actual de la relación con Washington. Así, ha suspendido la cooperación en asistencia judicial, la lucha contra los delitos internacionales o la repatriación de inmigrantes ilegales. Los expertos consideran muy pernicioso que dos de las principales potencias del mundo rompan la colaboración en la lucha climática, y que también reduzcan sus vínculos en seguridad. De momento, el diálogo de alto nivel entre los departamentos de Defensa y sus mandos ha sido suspendido.

La mirada está puesta en las maniobras navales chinas frente a la isla, máxime después de que el Gobierno taiwanés haya denunciado este viernes que barcos y aviones del Ejército de Pekín han traspasado la línea media del Estrecho, pero la batería de sanciones ha avivado la tirantez con Washington desde el punto de vista político y diplomático. El secretario de Estado Antony Blinken ha declarado que la reacción de China a la visita de Pelosi está siendo «provocativa» y «desproporcionada». La propia presidenta de la Cámara ha argumentado que su iniciativa forma parte de la estrategia exterior de EE UUy no representa una «interferencia» en los asuntos internos chinos, como ha acusado su Ministerio de Exteriores.

Lejos de retroceder en su postura o de conceder que el viaje podría resultar finalmente perjudicial para los intereses de Taiwán («eso es ridículo», ha manifestao), Pelosi ha defendido que la gira tenía como fin mantener y fortalecer la relación de EE Uu con la región indipacífica y ha revalidado el carácter de la isla como «nación libre y soberana» que hoy puede considerarse como «uno de los países más libres del mundo», con un «logro» absoluto en el desarrollo de su democracia. También se ha referido a su potencial económico y señalado que su viaje ha buscado, entre otros objetivos, «trabajar juntos para propagar prosperidad».