El mundo, explicado

Camboya, Israel, China: El autoritarismo avanza en el mundo

Hoy, en nuestra newsletter de actualidad internacional, analizamos tres regímenes que han dado pasos hacia el autoritarismo

Miércoles, 26 de julio 2023, 11:43

En los últimos años, el autoritarismo ha ido ganando terreno en el mundo. La irrupción de movimientos populistas -tanto de derechas como de izquierdas-, las medidas impuestas para controlar la pandemia y la erosión de los poderes que controlan al Ejecutivo en numerosos países han ... provocado una regresión en los índices que calculan la calidad democrática global. El último país que se ha sumado a este triste giro es Israel, donde la semana ha comenzado con la ratificación del primer paso de una polémica reforma que resta peso al poder judicial.

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Por eso, hoy arrancamos allí el análisis de la actualidad global.

Estos son los tres asuntos que abordaremos.

  • La incendiaria reforma judicial en Israel

  • La pantomima de elecciones en Camboya

  • El misterio del ministro desaparecido en China

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  1. Israel atenta contra la separación de poderes

La separación de poderes es un elemento del sistema democrático tan importante como el propio hecho de votar. Que el poder del Gobierno esté acotado por las leyes que aprueba el Legislativo y que sea controlado por el judicial es clave para frenar la tentación de sobrepasarse. Buenos ejemplos llegaron de Estados Unidos durante el mandato de Donald Trump, a quien los jueces revocaron diferentes órdenes que chocaban con la Constitución o con las leyes del país.

ATEF SAFADI / EFE

Por eso, desde que arrancó 2023, en Israel los ciudadanos se han echado a las calles con el objetivo de evitar la aprobación de una reforma judicial que, en resumidas cuentas, resta poder de control al Tribunal Supremo del país, al que el Gobierno tacha de izquierdista. Concretamente, retira su capacidad para revocar decisiones gubernamentales que considera «irrazonables». Pero la movilización de cientos de miles de personas, incluidos reservistas del Ejército que amenazan con rechazar su llamada a filas y la participación en ejercicios y maniobras, no ha impedido que se haya aprobado el primer paso de este proceso, que coincide en el tiempo con el proceso por corrupción del primer ministro, Benjamin Netanyahu.

Ayer los periódicos israelíes se publicaron con sus portadas en negro. ATEF SAFADI / EFE

El Ejecutivo de Israel también pretende, en próximas fases de esta reforma, reducir la capacidad del Supremo para vetar leyes -permitiendo que el Parlamento rechace los dictámenes del tribunal por una mayoría simple-, controlar incluso la composición del alto tribunal, y eliminar el requisito de que los ministros acaten el asesoramiento legal de consejeros determinados por el Fiscal General. Es un atentado claro del gobierno más derechista del país contra la separación de poderes, que refleja bien la tendencia a nivel global. Gobernantes cada vez más autoritarios buscan eliminar las barreras que dificultan la aprobación de legislación o medidas que puede suponer una cortapisa para derechos y libertades que están en retroceso.

  1. Hun Sen extiende su reinado mafioso en Camboya

En Camboya la situación es mucho peor que en Israel. El país asiático es una democracia, pero solo sobre el papel. Los ciudadanos van a votar, y así lo hicieron el pasado domingo, pero el resultado es siempre el mismo: gana Hun Sen. Y no precisamente porque sea un dirigente adorado. Al contrario, quizá sea el primer ministro más corrupto de Asia. Lo dice la propia Asociación de Parlamentarios de la ASEAN -la asociación de estados del sudeste asiático- por los Derechos Humanos. «Es una farsa», sentenciaron antes de unos comicios en los que el único capaz de plantar cara al CPP de Hun Sen fue descalificado. Así que el primer ministro se bregó en las urnas con 17 partidos, ninguno de los cuales tenía antes representación parlamentaria.

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Hun Sen deposita su voio. KITH SEREY / EFE

El resultado no ha sido sorprendente. «Hemos ganado de forma abrumadora», afirmó el portavoz del CPP que, sin embargo, fue incapaz de informar sobre cuántos escaños habían obtenido. «No podemos calcularlo aún», afirmó sin reírse. Hun Sen ha estado al mando del país casi cuatro décadas y ahora planea pasarle la corona a su hijo, Hun Manet. Se eternizará así en el poder una familia mafiosa que ha hecho una fortuna a costa de los ciudadanos, unos de los más pobres de Asia, y gracias en gran medida a las inversiones de China.

El de Camboya es también un buen ejemplo de esos países en vías de desarrollo que se hacen pasar por democráticos pero en los que esa etiqueta es solo una vía para que los dirigentes corruptos hagan negocios con todo el mundo, que la acepta porque prefiere mirar para otro lado.

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  1. China cesa al ministro de Exteriores desaparecido

Por su parte, la mayor dictadura del planeta demostró ayer que otra de las características de este sistema político es la opacidad. Porque China decidió cesar fulminantemente al ministro de Asuntos Exteriores, Qin Gang. El asunto no tendría más relevancia si no fuese porque el dirigente llevaba desaparecido exactamente un mes. Oficialmente, Qin estaba sufriendo «problemas de salud», pero los rumores apuntaban a otras razones para explicar que el ministro se hubiese perdido importantes citas diplomáticas: algunos rumorean que se trata de un asunto de faldas, otros que ha caído en desgracia por alguna trama de corrupción. Su destitución da alas a ambos.

Las desapariciones, normalmente temporales, son habituales en China. Y suponen el preludio de la muerte profesional de quien la sufre. Da igual que sea una actriz como Fan Bingbing, condenada por evasión fiscal, un empresario como Jack Ma, mandamás del gigante Alibaba durante mucho tiempo, o un político de primera fila como Zhou Yongkang, encarcelado por corrupción. En este caso, sin embargo, el asunto resulta extraño porque Qin fue nombrado por el propio presidente chino, Xi Jinping, hace solo siete meses.

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Cabe la posibilidad de que haya estallado una nueva purga política, pero también de que el Partido Comunista no mienta y que Qin tenga problemas de salud tan graves que justifiquen su salida de la escena diplomática. Claro que, en ese último escenario, es extraño que los dirigentes no hayan dado más datos a las delegaciones, incluida la de Estados Unidos, a las que dio calabazas. Habrá que esperar para emitir un juicio, porque no es descartable que, dentro de unas semanas, se haga público su procesamiento por cualquier otra razón.

Es todo por hoy. Espero haberte explicado bien algo de lo que está ocurriendo ahí fuera. Si estás apuntado, recibirás esta newsletter todos los miércoles en tu correo electrónico. Y, si te gusta, será de mucha ayuda que la compartas y la recomiendes a tus amigos.

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