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Transparencia. Es la palabra que el Gobierno chino ha adoptado como mantra para hablar sobre la epidemia del coronavirus que se detectó en Wuhan. Y aunque hay países (Estados Unidos) que critican la falta de datos por parte de Pekín, el gigante asiático lo niega. « ... Hemos mantenido una comunicación constante con la Organización Mundial de la Salud (OMS) », destaca Yao Fei. Desde hace nueve meses, este diplomático que ha trabajado en México, Bolivia o Cuba es el encargado de Negocios de la Embajada de China.
-La OMS señaló que el COVID-19 es una emergencia mundial de primer orden. ¿China se siente apoyada?
-Desde el inicio del brote del coronavirus, la OMS siempre ha adoptado una actitud objetiva, científica y tranquila. Además, el Gobierno de China ha mantenido una comunicación constante y una estrecha colaboración con la OMS para hacer un frente común a este problema de sanidad pública. El director general de la OMS, el doctor Tedros, ha hecho reiteradas declaraciones sobre la evolución de la epidemia y afirma que la OMS siempre ha valorado los enormes esfuerzos que China ha desplegado para luchar contra el coronavirus. Y también ha elogiado la política de transparencia con la que ha actuado el Gobierno chino porque en muy corto tiempo, en dos semanas, los científicos lograron identificar el genoma del virus y compartir toda esta información esencial con la OMS y otros países.
-¿Cuántas personas están trabajando en China para encontrar una vacuna?
-No tenemos cifras muy exactas, pero son miles de científicos y médicos los que están trabajando para lograr una vacuna. Espero que no tarde.
-¿Menos de los 18 meses que vaticinó la OMS?
-Dieciocho meses es mucho tiempo. Ojalá esté disponible antes. Tenemos confianza en la ciencia. Encontraremos una solución.
-¿Cómo valora la colaboración española?
-Desde el inicio, España, desde el Rey y su familia, el Gobierno y hasta la gente corriente nos han expresado su solidaridad hacia China y el pueblo chino. Valoramos muy positivamente todos estos mensajes de apoyo. También valoramos la decisión del Gobierno español de seguir las recomendaciones de la OMS, es decir, que no es necesario imponer alguna intervención en los viajes internacionales y en el comercio. España ha seguido esta recomendación y hasta hoy en día los flujos comerciales y personales entre los dos países son normales.
-Hace una semana, usted alertó de que el problema era el coronavirus y no los chinos. ¿Teme que aumenten los casos de xenofobia?
-El virus es la xenofobia. En nuestra embajada hemos recibido informaciones de niños que han recibido tratos injustos. Son muy pocos y aislados. Son muchos más los mensajes de solidaridad del pueblo español.
-¿China ha aprendido de otras crisis, como la del SARS?
-Ante una epidemia de este nivel, cualquier país debe actuar con una transparencia completa porque ayuda nuestra comunicación con el resto del mundo y tranquilizar al pueblo. En estos momentos tan críticos, mantener la calma entre nuestra población es sumamente importante. El pánico solo nos llevará a una peor situación. El Gobierno chino sabe muy bien la importancia de la política de transparencia.
-Incluso han admitido errores en no haber hecho caso al doctor Li Wenliang, que advirtió sobre este virus en diciembre.
-Nuestro Gobierno y también la OMS han emitido mensajes de condolencia. Es un suceso muy lamentable porque hemos perdido a un doctor joven muy brillante que ha luchado heroicamente contra el coronavirus. Sobre el mensaje que emitió en las redes sociales el doctor Li, quiero decir que en China tenemos una ley sobre la prevención y el control de las enfermedades contagiosas. De acuerdo con esta ley, solo le compete al Gobierno central emitir informaciones sobre el brote de una epidemia o de un virus de tanta importancia. Ningún ciudadano tiene ni derecho ni la libertad de emitir este tipo de mensajes. Debemos actuar conforme a la ley.
-¿Ha sorprendido la reacción de Estados Unidos? Ha cerrado en la práctica el consulado de Wuhan y prohibió la entrada a ciudadanos de su país.
-Hemos emitido nuestro descontento hacia estas medidas excesivas que ha tomado el Gobierno norteamericano porque en un momento tan crítico, lo que necesita China es apoyo y solidaridad. Estados Unidos ha sido el primer Gobierno que ha retirado a todo su personal de Wuhan, que ha repatriado a sus ciudadanos y uno de los primeros países en cerrar su frontera con China suspendiendo todos sus vuelos comerciales y el contacto personal entre los dos países. A nuestro juicio, estas medidas son excesivas, innecesarias.
-Esta decisión se ha producido cuando los dos países han firmado un acuerdo comercial.
-Con lo que ha dicho y ha hecho el Gobierno estadounidense y otros países, ya podemos saber quiénes son nuestros amigos de verdad en momentos difíciles .
-Hong Kong y Macao tomaron también medidas drásticas.
-Los países extranjeros y las regiones de China como Hong Kong, Macao y Taiwán tienen la necesidad de protegerse del virus. Podemos comprender todas las medidas que han adoptado frente a esta situación, siempre y cuando sean razonables.
DPA/EP. El presidente de China, Xi Jinping, dio la primera orden de contención a gran escala del brote de coronavirus en la ciudad de Wuhan el pasado 7 de enero, según un discurso publicado este fin de semana por los medios oficiales chinos tras conocerse los ceses de numerosos altos cargos locales por su lentitud en la respuesta al origen de la epidemia.
De acuerdo con el discurso, con fecha del 4 de febrero, el presidente chino ordenó el 7 de enero «sus requerimientos para impedir y controlar el nuevo brote de coronavirus» ante una reunión del Politburó, el máximo órgano del Partido Comunista. Por aquel momento, el coronavirus ni siquiera había sido identificado públicamente como tal. Hasta entonces se tenía constancia de solo 59 «casos de neumonía», siete en estado grave, y 121 personas en cuarentena, según las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud publicadas en esos días en esos días.
A pesar de la orden de Xi, los responsables de Wuhan tardaron demasiado en reaccionar, hasta el punto de que el 18 de enero organizaron un banquete multitudinario para 40.000 familias en un intento de batir un récord mundial.
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