Los peregrinos muertos por el calor en La Meca superan ya el millar

La tradicional peregrinación musulmana a La Meca se ha desarrollado un año más marcada por la tragedia. Si en ediciones anteriores la masiva presencia de fieles provocaba avalanchas y aplastamientos que costaban numerosas vidas, en los ritos de este año -finalizados este miércoles-, el enemigo ha sido el calor, al contabilizarse temperaturas por encima de los 50 grados centígrados, registros de récord en las ciudades de Arabia Saudí que los creyentes deben visitar por lo menos una vez en su vida para cumplir los ritos del islam en la fiesta conocida como el Hajj. Esta edición ha reunido a alrededor de 1,8 millones de creyentes.

Las estadísticas hechas públicas por las autoridades saudíes sólo recogen los cadáveres depositados en las morgues. Muchos de los peregrinos describían las circunstancias en que se desarrollaban los ritos como «el juicio final, el fin de los tiempos». Se da la circunstancia de que miles de fieles se cuelan en el Hajj sin permisos ni documentación, lo que supone que muchos no puedan utilizar instalaciones dotadas de aire acondicionado. Hay afectados que han denunciado también la «falta de comida y agua». El año pasado murieron bajo un sol inflexible 200 peregrinos, pero las asistencias sanitarias tuvieron que atender a más de 10.000 personas.

En las relaciones de muertos destacan personas de avanzada edad con problemas de corazón o diabetes, aunque la sofocante canícula también ha hecho mella en los niños. Por nacionalidades, fuentes diplomáticas señalaron que unos 600 egipcios dejaron allí sus vidas, mientras que países como Indonesia, India, Túnez, Irán, Libia, Bangladesh o Jordania también han informado de decenas de decesos entre sus compatriotas.

Este deber religioso musulmán del Hajj constituye uno de los cinco pilares del islam. Aunque las instituciones advierten de que los participantes se enfrentan a «peligros extremos» debido a las altas temperaturas provocadas por el calentamiento global, cada edición aumenta el número de participantes pese a que se estima que el coste medio del viaje ronda los 5.000 euros. Además, son pocos los que siguen las recomendaciones de constante hidratación y evitar estar al aire libre en las horas más calurosas, entre las 11.00 y las 15.00 horas, durante la visita a la ciudad más sagrada del islam.