El presidente iraní propone un «diálogo constructivo» a la UE

Pezeskhian, que sustituye en el cargo al clérigo Ibrahim Raisi, fallecido en un accidente de helicóptero, será investido el próximo día 30. Será el primer reformista en veinte años que accede a la presidencia. Existe, por tanto, una indudable expectación interna, pero también externa, por conocer los patrones de su mandato.

Hace unos días ya adelantó algunas prioridades de la próxima legislatura pero este sábado, en un artículo publicado en un periódico anglófono de Irán, el 'Teheran Times', prometió que su primer objetivo es sacar al país «del aislamiento». Y dejó claro que todo el mundo le vale en esta misión. A su juicio, lo que necesitará la república islámica es abrirse al resto de las naciones aplicando los valores de «dignidad, sabiduría y prudencia».

A primera vista, el suyo se trata de un programa de imposible cumplimiento, sobre todo en el actual horizonte de tensiones Oriente-Occidente y con la guerra en Gaza por medio. Incluso la OTAN, en su cumbre de esta semana, ha venido a definir un escenario global de dos bloques en el que, por un lado, estarían Rusia, China y Corea del Norte mientras en el otro se englobarían Occidente y sus aliados.

El nuevo jefe de la república islámica mostró su deseo de cooperar, pero no ahorró en críticas a los países europeos por haber secundado a Estados Unidos tras la ruptura de las negociaciones en torno al pacto nuclear. Reprochó las sanciones a su país y la falta de voluntad para reincorporarlo a los mercados internacionales, pero aun así se mostró convencido de que es posible «encarrilar la relación por el camino correcto». En su opinión, existen numerosas áreas de cooperación posibles y apostó por la «promoción de inversiones en Irán». También pide proteger a las empresas persas de las sanciones estadounidenses. Según el presidente electo, Europa debe «dejar de lado la supremacía moral autoarrogada» y mostrar «respeto» e «igualdad».

También Pezeshkian tendió la mano a Estados Unidos, aunque con menor efusividad. «Necesita reconocer la realidad y comprender, de una vez por todas, que Irán no responde ni responderá a las presiones», aconsejó a Washington, antes de culparla por unas sanciones que «solo han causado sufrimiento, muerte y destrucción». Sobre la carrera nuclear y la ruptura del pacto, su mensaje es que la doctrina de defensa de los iraníes «no incluye armas nucleares».

El líder reformista considera muy importante el «fortalecimiento» de las «relaciones de vecindad» en Oriente Medio para forjar una «región fuerte y libre de hegemonías». «Espero cooperar con Arabia Saudí, Omán, Irak, Bahréin, Catar, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos». Dijo que todos ellos afrontan desafíos regionales como «los conflictos sectarios, el terrorismo y el extremismo».