Un potente terremoto sacude el Tíbet y deja al menos 126 muertos y miles de casas destruidas

Después del seísmo, acontecido pasadas las 9.00 horas (hora local, 2.00 hora peninsular española) con una profundidad de diez kilómetros, se han registrado medio centenar de réplicas, que han llegado a alcanzar el 4,4 de magnitud aunque la mayoría de ellas por debajo del 3,0. El presidente de China, Xi Jinping, ha ordenado «hacer todos los esfuerzos posibles para realizar la búsqueda y rescate» de la población atrapada bajo los escombros. Así, ha pedido tratar a los heridos, minimizar las víctimas, prevenir desastres secundarios y reubicar a los afectados.

«Debemos fortalecer el monitoreo y la alerta temprana de terremotos, asignar materiales de rescate de emergencia de manera oportuna, reparar la infraestructura dañada lo antes posible, organizar los arreglos básicos de vivienda para la gente y garantizar un invierno seguro y cálido», ha declarado. Mientras tanto, las autoridades locales están contactando a varios poblados de la zona más dañada para evaluar el impacto del terremoto.

La zona más afectada está rodeada de terreno montañoso en el lado chino del monte Everest. Dingri es un condado situado a gran altura que cuenta con una población de unas 62.000 personas y está mucho menos desarrollada que otros centros urbanos como Lhasa, la capital del Tíbet. Más de 1.500 bomberos y trabajadores de rescate se encuentran en la zona afectada por el terremoto con la prioridad de rescatar a personas con vida, según recoge la agencia de noticias estatal china Xinhua.

También se han enviado a la región 22.000 artículos, entre ellos tiendas de campaña de algodón, abrigos, edredones y camas plegables, además de otros materiales para ayudar a soportar las duras condiciones climáticas de la zona, según ha informado el ministerio. La Administración Meteorológica de China ha alertado de que las temperaturas en Tingri pueden caer a -16ºC por la noche, mientras muchos ciudadanos carecen de un techo bajo el que refugiarse.

La fuerza aérea del ejército ha desplegado equipos de rescate y drones en la zona afectada por el terremoto. El viceprimer ministro, Zhang Guoqing, se ha personado en la zona para guiar los trabajos. Asimismo, el Gobierno chino ha anunciado la asignación de 100 millones de yuanes (13,1 millones de euros) en ayudas económicas en caso de desastre.

Sangji Dangzhi, propietario de un supermercado en el condado situado en el epicentro del seísmo que quedó muy dañado, ha explicado que la situación es «muy grave», con ambulancias trasladando heridos al hospital desde buena mañana. «Aquí las casas están hechas de tierra con lo que cuando llegó el terremoto (...) muchas viviendas colapsaron», ha lamentado este hombre de 34 años en declaraciones a la agencia AFP. Los daños parecen también importantes en la Lhasa, capital de la región. «Algunas de las casas más antiguas se derrumbaron, y muchos edificios tienen grietas», cuenta Meng Lingkang, un turista de 23 años.

El movimiento de la tierra se ha sentido en la capital de Nepal, Katmandú, donde los residentes huyeron de sus casas. «La cama temblaba y pensé que mi hijo la estaba moviendo... No presté mucha atención, pero el temblor de una ventana me hizo comprender que era un terremoto», ha relatado Meera Adhikarii, vecina de la ciudad. «Todavía estoy temblando de miedo y estoy en estado de shock».

También se notaron los temblores en el estado de Bihar, territorio en el norte de la India y limítrofe con la región nepalí. El seísmo ha sido el más potente registrado en un radio de 200 kilómetros en los últimos cinco años, según el Centro de Redes Sísmicas de China. La zona no es ajena a los temblores de tierra, debido a que se encuentra en una área en la que chocan las placas india y euroasiática.

El episodio más trágico en este sentido tuvo lugar el 25 de abril de 2015, cuando un terremoto de magnitud 7,8 dejó más de 9.000 muertos, 22.000 heridos y cuantiosos daños materiales en Nepal. Fue la mayor tragedia natural de la historia de este rincón del mundo. Hace poco más de un año, en noviembre de 2023, el país volvió a sufrir un seísmo en el que 153 personas perdieron la vida. El registrado ayer fue el terremoto más mortífero en China desde diciembre de 2023, cuando un temblor de magnitud 6,2 se saldó con 151 fallecidos en las provincias noroccidentales de Gansu y Qinghai.

Vídeos publicados por la cadena estatal china CCTV muestran casas destruidas con las paredes derrumbadas y escombros en las calles por las que ya se habían desplegado los equipos de rescate, que daban mantas a algunos supervivientes. Otras de las imágenes exponen una estampa de coches sepultados bajo ladrillos o clientes de un supermercado huyendo al exterior mientras la sacudida hace temblar los estantes y caer los productos al suelo.

El primer ministro chino, Li Qiang, ha instado a «acelerar la verificación» de las víctimas y daños, puesto que la zona afectada por el terremoto se encuentra en una región de gran altitud y fría. «Es invierno y debemos hacer todo lo posible para garantizar la subsistencia básica y el calor de la población en la zona del desastre», ha agregado.

El gobernador de Dingri, Tashi Dundup, ha señalado que se ha organizado la evacuación segura de la población de cara a evitar el impacto de las réplicas del terremoto, mientras que se han desplegado agentes para llevar a cabo las operaciones de búsqueda y rescate.

El Dalai Lama, líder espiritual del Tíbet, se ha mostrado «profundamente entristecido» por lo sucedido y ha asegurado que reza por los fallecidos en el devastador terremoto en la remota región china del Himalaya. «Ha causado la trágica pérdida de muchas vidas, numerosos heridos y una extensa destrucción de viviendas y propiedades. Ofrezco mis oraciones por aquellos que han perdido la vida y extiendo mis deseos de una pronta recuperación a todos los que han resultado heridos», declaró la fugura más sagrada del budismo tibetano, exiliado en India desde marzo de 1959. China anexionó el Tíbet en 1951 y desde entonces ha mantenido un estricto control sobre el territorio. Pekín lo administra como una región autónoma dentro del país.

El gobierno del gigante asiático ha cerrado el área del Everest a los turistas después del terremoto, según informa la agencia de noticias Xinhua. La cumbre más alta del mundo es un destino popular para escaladores y excursionistas, pero el invierno no es la mejor temporada para ellos en Nepal. Un ciudadano alemán era el único montañista con permiso vigente para escalar la montaña, pero ya había abandonado el campamento base tras no poder culminar el ascenso, ha explicado la funcionaria del departamento de turismo Lilathar Awasthi.