Al menos 57 muertos en el terremoto de Año Nuevo

El país asiático continúa en peligro aunque las autoridades desactivaron este martes la alerta por tsunami, decretada minutos después del terremoto ante el riesgo de que se registraran olas de varios metros de altura y se produjera una catástrofe como la de 2011 con la central nuclear de Fukushima como protagonista. Los 100.000 ciudadanos a los que en esta ocasión se había pedido que abandonaran sus casas, eso sí, siguen en aviso ante posibles cambios en el comportamiento del mar a raíz del seísmo, que ha golpeado sobre todo el centro de Japón.

Los hospitales han recibido en las últimas horas decenas de heridos a medida que avanzan las tareas de desescombro en las zonas afectadas por el terremoto. Una de las más dañadas es la ciudad de Wajima, a unos 500 kilómetros de Tokio y muy cerca del epicentro sísmico, donde alrededor de 25 edificios se vinieron abajo y se cree que entre los restos de la mitad de ellos hay cuerpos. El número de fallecidos ronda allí la veintena, igual que en la localidad de Suzu, y también hay muertos en otros puntos como Nanao, Anamizu, Hakui o Shiga, que sufrió además incendios tras el seísmo.