Kim Jong-un muestra su poderío militar

Esta nueva arma, cuyo nombre se desconoce y que Pionyang no ha testado aún, es uno de los nuevos activos de su programa de misiles. Las mayores preocupaciones de los rivales de este país estriban en la posibilidad de que Corea del Norte haya desarrollado un ICBM que incorpore tecnología de combustible sólido, con el que sería posible un despliegue y lanzamiento más rápido que en los modelos actuales que usan combustible líquido, lo que haría más complicado neutralizar este tipo de armas.

El régimen norcoreano lleva sin lanzar a modo de prueba un ICBM desde noviembre de 2017 –cuando probó el Hwasong-15–, coincidiendo con su giro diplomático para tratar de negociar con Estados Unidos un acuerdo de desnuclearización, aunque las conversaciones con Washington en este terreno llevan estancadas casi dos años. «Continuaremos reforzando nuestro Ejército, con fines de autodefensa y de disuasión», declaró el líder norcoreano en su discurso, pero aseguró que «nunca» lo usará para atacar de manera preventiva.

Durante el desfile se exhibieron asimismo diversas novedades militares, como unas lanzaderas erectoras móviles de gran tamaño transportando el ya mencionado potente misil, así como otro novedoso proyectil de alcance intermedio aparentemente llamado Pukguksong-4. De la misma manera, Pionyang mostró nuevos sistemas de radar antiaéreos, lanzaderas de misiles con sistema de tracción de oruga e incluso blindajes para sus unidades de infantería.

Según la agencia Yonhap, el ministro de Unificación surcoreano, Lee In-young, aseguró que el gran desfile militar es una estrategia norcoreana para desviar la atención de las malas perspectivas económicas que afrontaría el país por la pandemia, a lo que habría que unir los tifones e inundaciones que habrían causado daños, según Corea del Sur, en los pasados meses.

En la jornada se visionó, asimismo, un documental sobre Kim Il-sung titulado 'Nuestro querido líder', dibujos animados y un programa de las cataratas en el país. A diferencia de otras ocasiones, la prensa extranjera no fue autorizada a presenciar el desfile y como muchas embajadas permanecen cerradas por el coronavirus, apenas había observadores extranjeros en la ciudad.

Por otro lado, durante su discurso, el líder norcoreano dedicó unas palabras a la crisis sanitaria que ha golpeado fieramente al mundo, aunque, según afirmó, no ha incidido en su territorio. En ese sentido, Kim se mostró agradecido de que «ni una sola persona» hubiera contraído el coronavirus en el país y afirmó que deseaba «buena salud a todas las personas del planeta que luchan contra los males de este funesto virus».

Por su parte, Harry Kazianis, director de estudios norcoreanos del Centro para los Intereses Nacionales, con sede en Washington, alertó del riesgo de que la presencia de miles de personas –tanto militares como público acudieron sin mascarilla– pueda convertirse en un «gran propagador» del coronavirus a menos que se tomen «precauciones extremas». El deficiente sistema de salud de este empobrecido país tendría dificultades para hacer frente a un brote masivo, aunque consideró que parecen poco probables ante las medidas de prevención.

Con motivo de esta fecha, el presidente de China, Xi Jinping, felicitó a Kim. En una misiva, el mandatario chino llamó a mantener la alianza existente entre los dos países y a que ambos dirigentes continúen escribiendo «una nueva página» en la historia de las relaciones diplomáticas entre estas dos naciones. Xi Jinping mencionó los nuevos desafíos derivados del coronavirus y las reuniones mantenidas con Kim en los últimos años en los que han llegado a «entendimientos para mejorar las relaciones entre los dos países».