Irán condena a una pareja de blogueros a diez años y medio de cárcel por difundir un baile en favor de las protestas

Los dieciséis segundos que dura la grabación han sido motivo más que suficiente para ser declarados culpables por la Sección 15 del Tribunal Revolucionario de Teherán de «fomentar la corrupción, reunión y colusión con la intención de perturbar la seguridad nacional y difundir propaganda» contra la República Islámica. Así lo recoge el portal iraní en el exilio IranWire, el cual denuncia que a los jóvenes también se les ha prohibido realizar actividades online y salir del país incluso dos años después de cumplir sus sentencias de prisión.

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La sentencia, dictada este domingo, ha despertado un profundo malestar por ser una evidencia más de la persecución que sufren quienes se manifiestan por todo el país a raíz de la muerte el pasado 16 de septiembre de la joven Mahsa Amini a manos de la Policía de la Moral por supuestamente llevar mal colocado el velo. De hecho, IranWire denuncia que como en otros procesos, los acusados fueron privados de un juicio con garantías. En concreto, aseguran que se les denegó el derecho a tener un abogado en la corte y su solicitud de libertad bajo fianza fue igualmente rechazada.

Para el régimen de Teherán el vídeo de Ahmadi y Haghighi es en sí mismo una clara provocación e incitación al desorden por su simbólico apoyo a las movilizaciones. No en vano, la joven luce sin el velo, cuyo uso es obligatorio. Además las mujeres tienen prohibido bailar en la calle y el hecho de hacerlo con un hombre añade una gravedad mayor, aunque en este caso se trate de su prometido.

Según los informes a los que habría tenido acceso IranWire y siguiendo el guion de casos precedentes, las autoridades iraníes habrían presionado a las familias de ambos jóvenes para que no hablen de su detención. Dicho arresto se produjo el pasado 1 de noviembre, cuando, según desvela dicho portal web en base a informes de medios locales, agentes vestidos de civil los golpearon y los trasladaron al pabellón 209 del Ministerio de Inteligencia.

Desde el estallido de las protestas hace ya cuatro meses, el régimen de los ayatolás ha desatado una feroz represión. Más de 520 personas han muerto, cerca de 18.000 han sido detenidas, tal y como denuncian activistas de derechos humanos. De igual modo, una veintena de manifestantes han sido condenadas a la pena capital y cuatro de ellos han sido ya ejecutados en la horca en medio de un fuerte clamor internacional.