India atribuye el trágico accidente de tren a un fallo de señalización

El siniestro comenzó cuando el expreso Coromandel, que viajaba de Calcuta a Chennai, fue desviado por un cambio en la señalización a una vía donde estaba detenido un tren de mercancías. El impacto del choque fue tal que los vagones quedaron repartidos por la vía principal, golpeando a otro expreso que venía en dirección contraria, de Bangalore a Calcuta. A bordo de los dos trenes de pasajeros viajaban 2.200 personas.

La colisión, que tuvo lugar cerca de Balasore, en el estado de Odisha, dejó más de 270 muertos y 900 heridos. Un colegio de Secundaria cercano al lugar de la tragedia fue transformado en una morgue improvisada, donde las autoridades acompañaban a las familias para tratar de identificar a sus seres queridos. «Los cadáveres traídos hasta aquí estaban ya en muy mal estado. Tras más de veinticuatro horas de tórrido calor, los cuerpos están en su mayoría irreconocibles», explicaba su responsable, Arvind Agarwal.

En el liceo familiares de las víctimas miraban las fotos en la pantalla del ordenador para reconocer detalles que les ayudaran a identificarles. Unos padres reconocieron a su hijo de 22 años por el colgante que llevaba puesto.

Cuando se identifica un cuerpo en las imágenes, la familia recibe una autorización para ver al difunto. «Tenemos 179 cuerpos y solo 45 han podido ser identificados», explicó el director adjunto de la Policía ferroviaria. «Tenemos cadáveres a los que solo queda el torso, con la cara desfigurada, sin ningún signo distintivo visible», agregó.