Hospitalizado un diplomático israelí tras ser acuchillado en China

El agresor le ha interceptado en plena calle, donde se ubican otras sedes diplomáticas de varios países y hay una fuerte presencia policial. Aunque se desconoce si los móviles del ataque guardan relación con el conflicto israelí-palestino, coincide con el «Día de la yihad», que ha declarado este viernes el líder del grupo islamista Hamás en respuesta a los bombardeos contra la franja de Gaza. «Se está llevando a cabo una investigación sobre el ataque», reza el comunicado del ministerio israelí.

En vídeos publicados en X, antes Twitter, se observa el enfrentamiento de dos hombres, uno de ellos el funcionario israelí y otro empuñando un cuchillo. Después la víctima, de 50 años, manchada de sangre aparece tirada en la acera junto a un coche mientras menciona que es de la embajada de Israel, mientras el agresor se aleja de la escena caminando y aparentemente herido en su pierna.

La embajada donde trabajaba el funcionario había rechazado ya que el país asiático se ha mostrado cauta frente a la guerra. «Cuando la gente está siendo asesinada, masacrada en las calles, no es el momento de pedir una solución de dos estados. Creemos que China es una superpotencia en este mundo, con muchos países esperando su reacción, y su postura debería ser más dura», aseguró el número dos de sede diplomática en Pekín, Yuval Waks.

Este viernes Pekín ha anunciado que el «enviado chino especial para la paz en la región de Oriente Próximo viajará pronto a la zona en conflicto». También ha dicho que proporcionará asistencia humanitaria de emergencia a los afectados en la franja de Gaza por los bombardeos y el asedio de Israel, así como a las autoridades palestinas.

El Gobierno de Xi Jinping ha apoyado públicamente la causa palestina, defendido incluso ante la ONU la creación de un Estado palestino independiente y ha pedido que se cumplan los «derechos legítimos de esta nación». Frente a la condena colectiva occidental de la incursión violenta de la organización musulmana, China ha optado por la equidistancia, abogando por el diálogo de las dos partes.

«Pekín se opone a las acciones que agravan la guerra y socavan la estabilidad regional. Esperamos un inmediato alto el fuego y el regreso de la paz», aclaró el lunes el portavoz del Ministerio de Exteriores del país asiático, Mao Ning. Su declaración ha provocado la «profunda decepción» de Tel Aviv. «El embajador expresó la profunda decepción por la postura china sobre los recientes acontecimientos en el sur, donde no hubo una condena clara e inequívoca de la terrible masacre cometida por Hamás contra civiles inocentes y el secuestro de decenas de ellos en Gaza», ha dicho el Ejecutivo israelí.