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pablo m. díez
Shanghái
Lunes, 1 de febrero 2021, 01:17
La democracia en Birmania no ha durado ni dos elecciones. Apenas tres meses después de sus segundos comicios desde la vuelta a la democracia en 2015, este bello país del sudeste asiático se precipita de nuevo hacia la dictadura. Cuando parecía que ya habían quedado ... atrás los oscuros tiempos de la Junta Militar, Myanmar (nombre oficial de la antigua Birmania) se despertó este lunes con un golpe de Estado. Durante el fin de semana ya se oía el 'ruido de sables', que ha estallado con la detención de la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, quien dirige de facto el Gobierno, y otros líderes políticos.
Así se lo comunicó por teléfono a la agencia Reuters el portavoz de su partido, la Liga Nacional para la Democracia (LND), antes de que también se perdiera el contacto con él. «Quiero decirle a nuestro pueblo que no responda precipitadamente y que actúe conforme a la ley», avisó Myo Nyunt, quien explicó que el Ejército se había «llevado» de sus domicilios a varios ministros y representantes políticos en las primeras horas de la mañana. De momento, no se sabe dónde han sido confinados ni en qué estado se encuentran.
Este lunes estaba previsto que se constituyera el Parlamento tras las elecciones del 8 de noviembre, en las que el partido de Aung San Suu Kyi volvió a arrasar con un 83% de los votos. Tan abultada victoria, mayor incluso que en los comicios de 2015, puso en evidencia el fracaso de la fuerza política respaldada por los militares, el Partido de la Solidaridad y el Desarrollo de la Unión (USDP). Desde entonces, el Ejército viene disputando el resultado y ha presentado varias denuncias que han sido rechazadas por la comisión electoral y el Tribunal Supremo.
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Según informó la BBC, había soldados patrullando por la calles de la capital, Naipyidaw, y de la principal ciudad, Yangón (Rangún). Las líneas telefónicas fueron sido cortadas y la televisión estatal, MRTV, dejó de emitir. Los birmanos se lanzaron en masa a las tiendas para hacer acopio de víveres y los cajeros automáticos dejaron de dar dinero.
Aunque en un primer momento no se registraron incidentes, se respiraba una calma tensa por las posibles protestas contra el golpe y en apoyo de Aung San Suu Kyi. Y es que en Facebook se difundía un mensaje que, al parecer, habría sido escrito por ella antes de ser apresada, en el que denuncia que Birmania «vuelve a estar bajo una dictadura». «Insto al pueblo a no aceptar esto, a responder y protestar de corazón contra el golpe de los militares».
En su propia televisión, el Ejército declaró el estado de emergencia. Justificando el alzamiento por el «fraude electoral», los militares tomaron los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, que traspasaron a su comandante en jefe, Min Aung Hlaing, al menos durante un año. Además, el Ejército purgó a 24 ministros, de los que once fueron reemplazados. Entre ellos destacan los de Interior, Asuntos Exteriores, Finanzas y Salud.
Mientras en el interior la situación era de espera, en el exterior la condena fue unánime. Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido, Australia e India protestaron contra el golpe y Japón, uno de sus mayores donantes y socios económicos, advirtió de que podría reconsiderar sus relaciones comerciales. Pero otros países de la región, como Tailandia, Malasia y Filipinas, se han lavado las manos y China, que en el pasado ya se opuso a cualquier acción contra la Junta Militar birmana, apeló a «todas las partes» para que «resuelvan sus diferencias».
En noviembre de 2015, el país celebró sus primeras elecciones en 25 años dentro de la transición que había empezado meses antes con la liberación de Aung San Suu Kyi, quien estaba bajo arresto domiciliario por su larga lucha por la democracia. Aunque los militares habían reformado la Constitución para conservar parte del poder, reservándose el 25% del Parlamento y el control de tres ministerios clave, el partido de Suu Kyi ganó por aplastante mayoría.
La Embajada de España en Birmania ha pedido este lunes a los ciudadanos españoles que residen en el país que «permanezcan en sus domicilios» tras el golpe de Estado dado por el Ejército, que ha detenido a la líder 'de facto' del país asiático y ha declarado el estado de emergencia durante un año.
«Ante la declaración del estado de emergencia en Birmania, se ruega a la colonia a permanecer en sus domicilios, estar pendiente de las redes sociales de esta Embajada», ha señalado, antes de solicitar igualmente que «tengan a mano» el teléfono de emergencia de la sección consular y el correo de la notaría de la Embajada en Tailandia.
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