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Seres respetados y hasta temidos, así son los monos en Tailandia. Tienen un festival, un templo y una playa, donde gobiernan a sus anchas. En las islas Koh Phi Phi hay una pequeña cala que recibe a cientos de turistas encantados con su arena blanca ... y mar azul, sin embargo las vacaciones de muchos se han convertido en una pesadilla después de ser atacados por manadas de monos. Varios visitantes que disfrutaban del clima tropical a finales de diciembre dejaron atrás su comodidad al ver que se acercaba una «pandilla» de estos animales. En un vídeo difundido en las redes sociales se muestra como los primates alcanzan a un hombre y lo intentan morder en sus piernas.
Los casos de agresiones de los monos a los humanos han aumentado en los últimos años. Los animales que son considerados como un atractivo turístico en el país ya han provocado numerosas tragedias. En marzo una familia australiana tuvo que rescatar a su hijo de 5 años que fue atacado por dos monos. El padre les golpea para liberar al menor, quien sólo sufrió lesiones leves.
En Tailandia también hay una ciudad para los monos. En Lopburi, al norte de Bangkog, se celebra un festival anual en la que se brinda un festín, cuidadosamente preparado, para los animales, como una manera de agradecerles por atraer a los visitantes. «Este evento ayuda a promover el turismo en Lopburi», señaló Yongyuth Kitwatanusont, el fundador del festival.
Antes había unos 300 monos en la urbe, hoy llegan casi a los 4.000. «Lopburi es conocida como una localidad de monos, lo que significa que ellos y la gente pueden vivir en armonía», indicó.
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