Aumentan a seis los turistas muertos por la ingesta de alcohol adulterado en Laos

Entre las víctimas se encuentran dos jóvenes australianas de 19 años que viajaban juntas por el sudeste asiático. Bianca Jones y Holly Bowles se hospedaban en el Nana Backpacker Hostel, que el pasado 11 de noviembre sirvió 100 chupitos gratis de vodka laosiano a sus huéspedes como gesto de hospitalidad. Las dos jóvenes salieron esa misma noche y volvieron por la mañana. Estuvieron 24 horas seguidas metidas en su habitación y el 13 de noviembre fueron trasladadas a dos hospitales distintos de Tailandia tras empezar a encontrarse mal. Sin embargo, los encargados del hotel afirmaron que ningún otro huésped manifestó ningún malestar.

Bianca Jones falleció en el hospital este jueves. El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, expresó sus condolencias en el Parlamento y afirmó que su perdida era «terrible y cruel, el peor temor de un padre, y una pesadilla que nadie debería experimentar». Pero este viernes se ha dado a conocer la muerte de Holly Bowles. Su padre se ha mostrado devastado por la noticia: «Estamos muy tristes y con el corazón roto al decir que nuestra hermosa niña Holly ahora está en paz». Por su parte, la ministra de Asuntos Exteriores, Penny Wong, afirmó que continuará sus esfuerzos con las autoridades de Laos para investigar lo sucedido. A la muerte de Bowles se le ha sumado este viernes la de Simone White, abogada británica de 28 años.

Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Dinamarca confirmó a Associated Press que dos de sus ciudadanos habían fallecido en Laos, pero no proporcionó datos concretos debido a «razones de confidencialidad». El Departamento de Estado de Estados Unidos tampoco brindó información sobre la fecha o la causa de la muerte de su ciudadano.

En los últimos tiempos, se han registrado casos parecidos en países del sudeste asiático. En junio, fallecieron unas 50 personas en India por ingerir alcohol adulterado y en agosto sucedió lo mismo en Tailandia con la muerte de cuatro turistas. El metanol se usa comúnmente en la industria química como disolvente o anticongelante, y no es una sustancia apta para el consumo humano. Con el fin de ganar dinero, los laboratorios clandestinos de alcohol lo usan para elaborar bebidas de alta graduación. Los síntomas que se pueden desarrollar son la somnolencia, la inestabilidad, mareos, dolor abdominal, convulsiones, ceguera e incluso la muerte.

Aunque Vang Vieng sea un enclave bastante atractivo para los mochileros y las personas que buscan actividades al aire libre, las autoridades australianas han alertado a los turistas que quieran visitarlo: «Varios extranjeros, entre ellos australianos, han sido víctimas de presuntos casos de intoxicación por metanol a través del consumo de bebidas alcohólicas. Esté atento a los riesgos potenciales, especialmente con las bebidas destiladas, incluidos los cócteles».