El presidente Ferdinand Marcos Jr. y la vicepresidenta Sara Duterte, tras ganar las elecciones de 2022. Reuters

Crisis en Filipinas: la vicepresidenta amenaza con matar al presidente «si le pasa algo»

Sara Duterte asegura que está siendo víctima de un complot para asesinarla, con su alianza con Ferdinand 'Bongbong' Marcos Jr. rota en una situación sin precedentes

Martes, 26 de noviembre 2024, 13:27

La vicepresidenta de Filipinas, Sara Duterte, ha sido citada a declarar tras las amenazas de muerte que ha realizado este fin de semana contra el presidente, Ferdinand 'Bongbong' Marcos Jr., su mujer, Liza Araneta, y su primo y jefe del Parlamento, Martin Romualdez. La 'número ... dos' del Gobierno del país tendrá que explicar sus declaraciones en las que afirmaba haber contratado a un sicario para asesinar al mandatario si a ella le ocurriera algo.

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Así, este viernes a las 9.00 hora local la vicepresidenta comparecerá ante el director de la Oficina Nacional de Investigación (NBI), Jaime Santiago, a la par que el documento de citación revela que el organismo ha iniciado las investigaciones para dar con el presunto asesino a sueldo. Santiago ha explicado que uno de los motivos por los que han decidido citarla es «para que pueda hablar formalmente y dejar constancia de las supuestas amenazas que ella misma ha estado recibiendo y a las que hace referencia».

«No se preocupen por mi seguridad. Hablé con alguien. Le dije que si me mataban, él debía matar a Marcos Jr., a Liza Araneta y a Martín Romualdez. No es broma. Ya dejé instrucciones. Le dije: 'Si me matan, no paréis hasta matarlos'. Entonces él dijo 'sí'», sostuvo Duterte el viernes, en una rueda de prensa virtual, ante el miedo de que triunfara un supuesto complot contra su persona. Estas amenazas podrían acarrear una pena de inhabilitación o incluso un posible procesamiento judicial.

La razón detrás de esta advertencia es el traslado de su jefa de gabinete, Zuleika López, a una cárcel en Mandaluyong, próxima a la capital Manila en la isla de Luzón, tras su desacato en una investigación sobre el uso de los fondos por parte de la Oficina de la Vicepresidencia y el Departamento de Educación, que también había dirigido Duterte. López ha sido la mano derecha de Duterte desde el inicio de su carrera política como vicealcaldesa de Dávao bajo las órdenes de su padre, que le acabó cediendo el bastón de mando.

«La verdad no puede morir»

'Bongbong' ha tachado estas amenazas de «criminales», y ante la intimidación ha respondido que «la verdad no puede morir». Todo ello después de que el servicio de seguridad activara la alerta máxima ante una «amenaza activa» contra su vida para proteger al mandatario. «Si es así de fácil matar a un presidente, ¿qué pasa con los ciudadanos de a pie? Este tipo de acciones criminales no deben ser pasadas por alto».

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La alianza entre el presidente y su vicepresidenta, que unieron fuerzas para ganar las elecciones de 2022, ha estallado en pedazos. La hija del exmandatario Rodrigo Duterte, conocido por la guerra sucia contra la droga, lanzó una amenaza contra la vida del hijo del dictador Ferdinand Marcos, que durante dos décadas utilizó la fuerza para laminar cualquier oposición, hasta su caída en 1986.

Alianza rota

Duterte y 'Bongbong' usaron el tirón de sus progenitores para concurrir a los comicios con la creación de la coalición UniTeam. Su campaña prometía acabar con la división social de Filipinas bajo la unión del «tigre» Marcos del 'Sólido Norte' y el «águila» sureña Duterte. Pero lejos de conseguir la armonía en el país, este matrimonio de conveniencia duró poco. Las relaciones entre las familias Marcos y Duterte han empeorado significativamente durante los últimos meses. Las primeras desavenencias entre ellos surgieron con la decisión del presidente de alejarse de China para acercarse a Estados Unidos, rompiendo con la política exterior de Rodrigo Duterte, y el cuestionamiento de las ejecuciones extrajudiciales de la guerra sucia contra la droga, entre 12.000 y 30.000 asesinados entre 2016 y 2020.

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Por ello, el expresidente había acusado a Marcos de ser un «drogadicto», lo que este achacó al deterioro de la salud de Duterte padre por el consumo de fentanilo. Más tarde, en junio Sara Duterte presentó su renuncia como responsable de Educación, manteniéndose en el Gobierno de 'Bongbong' como vicepresidenta. Continúa en el cargo sin apenas representación oficial y con una merma de los fondos públicos a su disposición, tras el recorte de dos tercios de su presupuesto promovido por el presidente del Parlamento, Martín Romuáldez. Y ahora la vicepresidenta asegura que está siendo víctima de un complot para asesinarla. «Este país se está yendo al infierno porque nos dirige una persona que no sabe cómo presidir y que miente», asegura.

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