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zigor aldama
Shanghái
Miércoles, 13 de mayo 2020, 15:44
Los rescoldos de la epidemia del coronavirus continúan al rojo vivo en China. El gigante asiático ha retomado la normalidad casi por completo, pero el proceso puede revertirse en cualquier momento. Se ha demostrado en ciudades como Harbin o Suifenhe, y hoy volvió a ... suceder en la localidad nororiental de Shulan, administrada por la ciudad de Jilin. Allí, la infección de 22 personas, 7 de ellas detectadas hoy y todas relacionadas de alguna manera con la empleada de una lavandería, ha provocado que el Gobierno reintroduzca once medidas que parecían ya desterradas para prevenir la propagación del coronavirus.
Destacan la suspensión de las operaciones de trenes y autobuses interurbanos, el cierre de los centros educativos y de ocio, y la prohibición de congregaciones de personas al aire libre. Además, las farmacias no pueden vender antipiréticos, antibióticos y antivirales, y las clínicas deben remitir a todos los pacientes con fiebre a los hospitales designados para el tratamiento de los enfermos de la Covid-19. Algunos vecindarios también pueden ser confinados de nuevo, y las Autoridades han rastreado a más de 2.500 personas que han podido tener contacto con los infectados para ponerlos bajo observación, mientras que 367 han acabado de nuevo en cuarentena.
Los restaurantes pueden continuar abiertos, pero deben observar un metro de distancia social y limitar a tres el número de comensales por mesa. Finalmente, cualquier ciudadano que quiera salir de la ciudad, cuya población es de millón y medio de habitantes, debe proporcionar un test de ácido nucleico negativo realizado en los dos últimos días. «El brote actual es tan complejo como serio, porque existe riesgo de que se propague», justificó ayer en una rueda de prensa la teniente de alcalde de Jilin, Gai Dongping.
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Las Autoridades confían en contener el foco rápidamente, pero también advierten de que la nueva normalidad provocada por la pandemia del coronavirus estará marcada por este tipo de rebrotes. «El trabajo para contener y prevenir la epidemia ha pasado de una respuesta de emergencia a tener que lidiar con una realidad constante. Esto no quiere decir que las medidas de contención se puedan relajar o que podamos tomarnos un respiro. Prevenir brotes siendo la mayor prioridad y prerrequisito indispensable para continuar avanzando hacia el restablecimiento del orden social», explicó en Pekín He Qinghua, un inspector del Centro para la Prevención y el Control de Enfermedades de la Comisión Nacional de Sanidad. De momento, Jilin descarta realizar tests masivos como los que ha ordenado Wuhan, epicentro de la epidemia, después de haber detectado media docena de contagios locales en la ciudad.
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