Los cazas chinos penetran en la línea divisoria con Taiwán

En total son tres días de ejercicios militares alrededor de esta isla, en lo que se interpreta como una «severa advertencia» a las «fuerzas separatistas» taiwanesas, en opinión del Comando del Este del Ejército Popular de Liberación. Los ensayos 'United Sharp Sword', como han sido denominados, responderían así a la reciente reunión en California entre la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, y el líder de la Cámara de Representantes estadounidense, Kevin McCarthy, que ha caído especialmente mal en el Gobierno chino ya que se trata del encuentro de más alto nivel celebrado entre Tsai y un representante de EE UU en suelo americano desde 1979. Y, además, con el agravante de la reciente decisión de la Casa Blanca de vender armamento defensivo por valor de 619 millones de dólares a Taiwán.

Las autoridades chinas consideran esta entrevista como una «afrenta», contra la cual advirtieron desde el primer momento en que Tsai Ing-wen pisó Estados Unidos, dentro de un periplo por este país y Centroamérica para agradecer las relaciones diplomáticas y comerciales establecidas con sus gobiernos. La presidenta ha regresado este viernes a Taipei.

Las maniobras «sirven como severa advertencia contra la colusión entre las fuerzas separatistas que buscan 'la independencia de Taiwán' y las fuerzas externas», ha señalado en un comunicado el portavoz militar de Pekín, Shi Yin. Los ejercicios implicarán disparos con fuego real el lunes en la costa de la provincia de Fujian, justo enfrente de Taiwán. Pekín presenta este entrenamiento como una forma de comprobar el estado de sus tropas y «poner a prueba la capacidad de China para tomar el control del entorno aéreo, marítimo y de información alrededor de Taiwán». A diferencia de otros ensayos, en esta ocasión el entrenamiento se asimila más a una maniobra de patrullaje a gran escala que a un simulacro de invasión de la isla autogobernada, aunque la preocupación a un accidente indeseado subsiste entre los expertos. Pekín y Taipei carecen de canales mutuos de comunicación y sus pilotos se han especializado en forzar las maniobras aéreas al máximo en la divisoria entre ambos países, lo que incrementa todo tipo de riesgos.

El Ministerio de Defensa de Taiwán ha detectado este sábado al menos 42 aviones de combate y ocho barcos de guerra en su territorio. Sin embargo, se supone que el número de fuerzas participantes, entre ellas la de la artillería, crecerá a medida que transcurre el simulacro. El ministerio ha asegurado que a las 11.00 hora local (cinco de la madrugada en España), 29 cazas han sobrepasado la línea Davis, que ejerce de separación territorial entre China y Taiwán, por tres zonas: norte, centro y sur del espacio aéreo. Luego, los aviones habrían vuelto al otro lado de la divisoria. Tal maniobra respondería a la finalidad de Pekín de simular un «cerco» virtual abosluto alrededor de la isla.

El Ministerio de Defensa ha desplegado aviones de combate, barcos de la Marina y ha activado sistemas terrestres de lanzamiento de misiles en respuesta a la invasión de su espacio aéreo, mientras que sus radares continúan monitoreando la situación atentamente. «Condenamos un acto tan irracional que pone en peligro la seguridad y estabilidad de la región«, ha declarado el ministerio taiwanés, que, sin embargo, ha advertido que no aumentará el grado de alerta y encara las maniobras con »calma«.

Este mismo jueves, el ministro de Exteriores chino expresó su condena a la reunión celebrada un día antes entre el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, y la presidenta de Taiwán, Tsai Ing Wen, ya de vuelta en su país. El ministro alertó que China tomaría «medidas firmes y absolutas para defender la soberanía e integridad territorial» tras la reunión, mientras que Estados Unidos indicó que no había razón para que Pekín «reaccionara exageradamente» a este encuentro.

No es la primera vez que la tensión militar se dispara en la frontera. El 1 de abril, Taiwán también denunció la entrada de 18 aviones de combate y cuatro barcos de la Armada en los alrededores de la isla, detallando que una decena de cazas atravesaron la línea Davis y luego dieron la vuelta. El actual simulacro 'United Sharp Sword' ha comenzado, significativamente, pocas horas después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, y la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, abandonaran Pekín tras entrevistarse con el mandatario chino Xi Jinping, al que pidieron que apele ante Rusia para poner fin a la guerra en Ucrania.

El ensayo, en cualquier caso, tiene poco que ver con el que el Ejército chino llevó a cabo tras la visita de la entonces presidenta de la Cámara estadounidense Nancy Pelosi a Taiwán el año pasado: fueron cuatro días de disparos de misiles a las aguas territoriales taiwanesas (incluso cinco de ellos cayeron en el dominio marítimo de Japón) y de incursiones constantes en las zonas de exclusión por parte de sus aviones y navíos de guerra, en lo que constituyeron unas maniobras sin precedentes en la larga historia de enfrentamientos entre China y la isla.