M. Esteban
Miércoles, 20 de diciembre 2023, 18:26
Las autoridades chinas han dado por terminadas las labores de rescate en las provincias de Gansu y de Qinghai, en el noroeste del país, a unos 1.300 kilómetros de Pekín, sacudidas en la medianoche del lunes por un terremoto que, según el último balance, ... causó 134 víctimas mortales y casi un millar de heridos. El servicio de gestión de emergencias confirmó este miércoles el fin de «las operaciones de búsqueda y salvamento» tras dos días de trabajo contrarreloj para encontrar supervivientes bajo los escombros en mitad de un temporal de frío. El termómetro ha caído en la zona hasta los 14 grados bajo cero.
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Ahora, reconocen los rescatistas, «la principal misión es atender a los heridos y reubicar a las personas sin hogar». Sólo en la provincia de Gansu hay unos 87.000 damnificados por el terremoto -el peor desde 2014, cuando otro seísmo dejó más de 600 fallecidos en Yunnan- acogidos en «refugios temporales». En el municipio de Liugou, por ejemplo, los vecinos se amontonan en grandes tiendas de campaña levantadas en una cancha de baloncesto. En algunas conviven hasta 35 'inquilinos'. Las estufas y las mantas recuperadas de sus hogares son para muchos su única fuente de calor mientras el país soporta una ola gélida sin precedentes.
El dispositivo de emergencia activado tras el desastre natural, que arrasó miles de viviendas, incluye 2.500 tiendas de campaña, 20.000 abrigos y 5.000 camas plegables para la provincia de Gansu. «No podemos volver, es demasiado peligroso. Todos los ladrillos y azulejos en el interior pueden colapsar en cualquier momento», explicó una de las mujeres acogidas a la agencia AFP sobre las pocas esperanzas que hay entre los supervivientes de regresar pronto a casa.
6,2 es la magnitud
del terremoto registrado el lunes en las provincias de Gansu y de Qinghai, en el noroeste de China. Es el peor seísmo en el gigante asiático desde 2014 cuando murieron más de 600 personas en Yunnan.
2.500 tiendas de campaña,
20.000 abrigos y 5.000 camas plegables componen el dispositivo de emergencia para los damnificados en la provincia de Gansu. Sólo en esta región hay 87.000 vecinos afectados por el terremoto.
1.300 kilómetros
separan a Pekín del epicentro del último seísmo.
Las autoridades chinas reconocen que en los próximos días podrían producirse réplicas del terremoto de magnitud 6,2 registrado el lunes. No serían tan fuertes pero no se descarta que los nuevos seísmos puedan superar los 5 grados.
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