Un manifestante con máscara en Hong Kong. Reuters

La guerra de Hong Kong se traslada al terreno judicial

China critica la sentencia que anula la Ley Antimáscaras, mientras el asedio a la Universidad Politécnica da sus últimos coletazos

Zigor Aldama

Zhuhai (China)

Martes, 19 de noviembre 2019, 10:28

A China se le ha atragantado la independencia judicial de la que disfruta Hong Kong. Aunque es una de las características que diferencian a la excolonia británica del resto del país, en Pekín ha escocido mucho la sentencia del Tribunal Superior de la ciudad, ... que el lunes declaró inconstitucional la Ley Antimáscaras dictada por el Gobierno para tratar de desactivar las protestas que se alargan ya cinco meses y medio.

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Así lo hizo saber el principal estamento legislativo del gigante asiático, la Comisión de Asuntos Legislativos del Comité Permanente del Congreso. «Si una ley de la Región Administrativa Especial de Hong Kong no está en conformidad con la Ley Básica -la miniconstitución del centro financiero- solo lo puede decidir el Comité Permanente del Congreso. Ningún otro órgano tiene potestad para determinarlo», sentenció el portavoz de la Comisión, Zang Tiewei, según informó la agencia oficial Xinhua.

El Gobierno central de Pekín sostiene que la Ley Antimáscaras no vulnera ninguno de los derechos fundamentales de los ciudadanos hongkoneses, y que el Ejecutivo de la ciudad tiene derecho a utilizar los poderes extraordinarios que le otorga en caso de emergencia una ley colonial aún en vigor.

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El diario ultranacionalista 'Global Times' incluso acusó al Tribunal de hacer un favor a los manifestantes que han hundido a la ciudad en una recesión que se teme aún mayor que la de la crisis financiera de 1997, año en el que Reino Unido devolvió el territorio a China.

Ahora, muchos temen que el Partido Comunista decida interpretar la Ley Básica para erosionar la independencia judicial de Hong Kong, algo que echaría más leña al fuego que incendia sus calles. Y más peligrosa aún podría ser una intervención policial o militar de China, que sobrevuela la ciudad desde que las manifestaciones se tornaron violentas el pasado 1 de julio. No obstante, el asedio a la Universidad Politécnica, escenario de feroces batallas entre manifestantes y Policía el pasado domingo, fue llegando a su final.

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Anoche, los últimos jóvenes anticomunistas trataban de escapar del campus incluso por el alcantarillado, aunque la mayoría se entregó o fue arrestada cuando huía. La incógnita ahora está en saber si esta derrota llevará la paz hasta el domingo, fecha de las elecciones locales, o si la violencia continuará y los comicios serán pospuestos.

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