Después de que el pasado verano llegara a temerse una invasión tras iniciar las mayores maniobras militares de su historia, el régimen de Pekín decidió dar este lunes un giro a su estrategia ofensiva al apostar por una «reunificación pacífica» con Taiwán. «Como los chinos ... de ambos lados del Estrecho somos una familia unida por sangre, debemos promover los intercambios, la cooperación económica y cultural, y mejorar los sistemas y políticas que contribuyan al bienestar de nuestros compatriotas», aseguró el primer ministro saliente del gigante asiático, Li Keqiang, en la Asamblea Popular Nacional.
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A pesar de suavizar el tono tras la escalada de tensiones de los últimos meses, en los que las autoridades de Taipéi han denunciado incursiones continuas de aviones de guerra, Li quiso dejar claro que Pekín no dudará en tomar medidas decididas contra la «independencia» de la isla. De ese modo, señaló que la segunda potencia mundial se adherirá al principio de 'una sola China' para propiciar el «desarrollo pacífico de los lazos» entre Pekín y Taipéi. «Deberíamos animar a la gente de ambos lados del Estrecho de Taiwán a promover conjuntamente la cultura china y avanzar en el rejuvenecimiento de China», remarcó Li.
Las palabras del jefe del Ejecutivo del gigante asiático causaron malestar en Taiwán, que se considera un país independiente desde la década de 1940. «Una vez más pedimos que Pekín reconozca el hecho de que no somos parte de China. Deben respetar al pueblo de Taiwán por defender la soberanía de la nación y creer en la libertad y la democracia», señaló el Consejo de Asuntos del Continente -agencia administrativa del Gobierno-, en declaraciones al diario 'Taipei Times'.
Las autoridades de Taiwán denunciaron también «la propaganda» del gigante asiático, al tiempo que pidieron el fin de las amenazas militares y la «imposición de su marco político». «Pekín debe manejar los asuntos a través del Estrecho de una manera razonable, equitativa, práctica y respetuosa entre sí. Esto crearía una condición para interacciones saludables entre Taiwán y China», aseguró el Consejo de Asuntos del Continente.
Las relaciones entre Taipéi y Pekín se encuentran en su peor momento desde la visita el pasado agosto de la portavoz del Congreso estadounidense, Nancy Pelosi. El viaje de la entonces 'número tres' del Gobierno norteamericano desencandenó en el Estrecho de Formosa los mayores ejercicios militares de la historia de China. Desde entonces las amenazas a Taiwán han proseguido y este domingo se vieron acrecentadas al anunciar China que su gasto en defensa se elevará un 7,2% este 2023, el ritmo más acelerado desde 2019.
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