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Zigor Aldama
Shanghai
Miércoles, 1 de julio 2020, 11:30
Mientras Carrie Lam y el gobierno autonómico de Hong Kong brindaban en el Centro de Convenciones para celebrar el 23 aniversario de la devolución de la excolonia británica a China, los manifestantes que llevan más de un año exigiendo avances democráticos volvían a salir a ... la calle. Ni siquiera ha logrado arredrarlos la recién aprobada Ley de Seguridad Nacional, que castiga con cadena perpetua a quienes 'traten de subvertir el poder del Estado' y con penas de un mínimo de tres años de cárcel a quienes aboguen por la secesión o cometan actos terroristas -en el sentido más amplio del término-.
Pero la Policía se ha empleado a fondo y no ha tardado en mostrar el nuevo cartel de advertencia que ha imprimido en color morado para ajustarse a la nueva legislación: 'Está usted portando banderas o pancartas / cantando eslóganes / o comportándose con actitud que incita a la secesión o a la subversión, lo cual puede estar penado por la Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong. Puede ser arrestado y procesado'. El primer manifestante detenido por esa ofensa ha sido un joven que portaba una bandera a favor de la independencia de la ciudad, pero no ha sido el único: en total, la Policía ha practicado hoy nueve arrestos -5 hombres y 4 mujeres- relacionados con la nueva legislación.
El resto, hasta superar las 300 detenciones realizadas durante la jornada, están relacionadas con acciones de protesta que, una vez más, han provocado escenas de caos en la ciudad: a pesar de que las concentraciones se han desarrollado en su mayoría de forma pacífica, la Policía ha cargado de forma contundente utilizando espray de pimienta, balas de pimienta, y cañones de agua que, al menos en dos ocasiones, se han dirigido contra los periodistas que informaban sobre las manifestaciones. A pesar de que la nueva ley lo prohíbe, muchos han cantado 'Gloria a Hong Kong', el himno extraoficial utilizado por los anticomunistas.
La ley también continúa provocando polémica entre los expertos legales. Hoy han sido muchos los analistas que han podido leer detenidamente los 66 artículos que la componen y muchos han señalado una constante en la legislación china: está redactada de forma intencionalmente imprecisa para dejar margen a la interpretación arbitraria. Además, la creación de una oficina directamente controlada por el gobierno central para lidiar con los casos de seguridad nacional se interpreta como el establecimiento de una policía política que tendrá poderes especiales y determinará qué es ilegal. «Solo con ese artículo, ya se están revirtiendo años en los que la protección de los derechos humanos se ha ido construyendo caso a caso», ha criticado Simon Young, profesor de Derecho en la Universidad de Hong Kong, en declaraciones a Reuters.
Finalmente, diferentes fuentes legales consideran que algunos de los puntos de la ley entran en colisión directa con derechos fundamentales -como el de la libre expresión- que están protegidos por la Ley Básica, la miniconstitución por la que se rige Hong Kong. Además, el hecho de que algunos casos indeterminados se puedan juzgar en la China continental, erosiona la independencia del sistema judicial hongkonés y permite que los ciudadanos del centro financiero -y también extranjeros- sean procesados sin las garantías legales básicas que sí están protegidas en Hong Kong. «Va a haber muchos diablos en los detalles», ha comentado otro abogado que ha preferido mantenerse en el anonimato.
No obstante, Lam incidió ayer en la necesidad de «cumplir con la obligación constitucional de promulgar una ley de seguridad nacional», algo que la excolonia británica trató de hacer, sin éxito, en 2003. Los dirigentes de Pekín también consideran que la nueva ley acaba con los 'agujeros' que quedaban sin tapar en la legislación de Hong Kong, y subrayan que no atenta contra los derechos de la población y que solo pone en la diana «a un pequeño número de individuos». No obstante, Boris Jonhson ha afirmado que contraviene la Declaración Conjunta Sino-británica y ha anunciado que el Reino Unido pondrá en marcha las medidas necesarias para acoger a los hongkoneses que deseen marcharse de la ciudad.
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