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La celebración del Año Nuevo budista a finales de la pasada semana ha llegado en la antigua Birmania, ahora Myanmar, acompañada de la liberación de más de 3.000 detenidos. Entre los beneficiados por la amnistía comunicada este lunes en el marco del Thingyan, como ... se conoce a esta fiesta, se encuentran un centenar de extranjeros -sólo ha trascendido que hay cinco ciudadanos de Sri Lanka- y algunos presos políticos, como el exministro de Finanzas, Kyaw Win, que fue arrestado y condenado tras el golpe de Estado de 2021 por vulnerar la ley de secretos oficiales.
El jefe de la junta militar de Birmania, Min Aung Hlaing, «indultó a 3.015 detenidos para celebrar el Año Nuevo budista, para la paz del pueblo, y sobre bases humanitarias», se limitó a informar el servicio de comunicación del ejército. La medida llevó a decenas de personas a las puertas de la cárcel de Insein, en la ciudad de Rangún, para comprobar si sus familiares estaban entre los presos liberados que salían en autobuses amarillos. En caso de que estas personas que se beneficien de la amnistía vuelvan a cometer una infracción, deberán cumplir lo que restaba de su condena así como una pena adicional.
La liberación se ha llevado a cabo menos de una semana después de que un ataque aéreo atribuido al ejército birmano matara a más de un centenar de personas en uno de los principales bastiones rebeldes, la aldea de Pazigyi, en Sagain. El país está envuelto en una espiral de violencia desde que los militares derrocaron al Gobierno civil de Aung San Suu Kyi a principios de 2021.
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