China informa de 5 muertos por el covid pero los crematorios hablan de saturación

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t. nieva

Pekín informó este lunes de cinco muertes por covid, dos más que ayer. En total, los fallecidos desde el inicio de los contagios se elevan a 5.242, una cifra, sin embargo, muy baja según los estándares mundiales. Los expertos dudan acerca de que las estadísticas reflejen el verdadero impacto de la enfermedad. Lo advertían también las autoridades la semana pasada, ya que con el fin de los test obligatorios resulta «imposible» conocer la magnitud del brote epidémico. Según Reuters, expertos en salud estiman que el 60% de los chinos –lo que equivale al 10% de la población mundial– podría infectarse en los próximos meses y que más de dos millones de personas podrían morir.

Los crematorios están «saturados». «Estamos muy ocupados. No hay más espacio de almacenamiento refrigerado para cadáveres», relata un empleado del sector funerario en la ciudad de Chongqing, donde esta semana las autoridades pidieron a los contagiados con síntomas leves acudir a trabajar. La misma tesitura se da en Cantón, que incinera más de treinta cadáveres diarios. En algunas zonas del distrito de Zengcheng, «es tres o cuatro veces peor. Estamos quemando unos cuarenta cuerpos cada jornada, cuando antes era solo una docena», explica otro empleado.

Mientras, las ciudades intensifican sus esfuerzos para combatir el virus. Los hospitales han comenzado a agregar camas en las unidades de cuidados intensivos para dar respuesta al creciente número de pacientes ingresados. Las principales ciudades del país, como Pekín, Shanghái, Chengdu y Wenzhou, construyen clínicas de detección de fiebre para prevenir una mayor propagación de la enfermedad. Hasta han reconvertido instalaciones deportivas.

Las farmacias han vaciado sus almacenes, lo que ha provocado la compra compulsiva de limones en los supermercados, que han duplicado el precio ante la demanda, por ser un remedio natural contra la fiebre.

El aumento de los positivos y la celebración del Año Nuevo eleva la preocupación internacional ante el temor de que el virus traspase las fronteras chinas. El último balance de víctimas «preocupa al resto del mundo», alegó el portavoz de Estado norteamericano, Ned Price, al tiempo que indicó que Washington «sigue suministrando vacunas y ayudando a los países a superar la fase aguda del virus. Esperamos que ése sea el caso pronto también» en Pekín.