Un atropello masivo causa al menos 35 muertos y 43 heridos en la ciudad china de Zhuhai

Los hechos ocurrieron sobre las 19.48 horas del lunes (10.48 en España) en un centro deportivo de esta localidad limítrofe con Macao, donde en ese momento se concentraban numerosas personas. Fan, apellido con el que se ha identificado al autor del arrollamiento, de 62 años, apareció entonces subido en «una pequeña SUV» con la que se «lanzó a través de la puerta y forzó su entrada» al recinto. Dentro «embistió a la gente que se ejercitaba en las calles internas» del polideportivo, detalló la Policía de Zhuhai, cuyos efectivos hallaron decenas de cuerpos sin vida o malheridos sobre el suelo. La cifra de fallecidos, que ayer superaba la treintena, se temía que aumentara con el paso de las horas debido a las lesiones de consideración sufridas por algunos de los supervivientes que fueron repartidos por diferentes complejos sanitarios.

No se sabe qué empujó al sospechoso a provocar tal masacre, ni tampoco si se trató de un acto premeditado o de un terrible accidente. Las autoridades han abierto una investigación al respecto y han comenzado a recabar testimonios, pero el conductor no podrá arrojar luz por ahora sobre el caso ya que se encuentra hospitalizado en estado grave. Según algunos medios, el hombre está en coma. Su primera reacción después del atropello múltiple fue darse a la fuga y, al no lograrlo, tomó un cuchillo con el que se hizo varios cortes en el cuello y otras partes del cuerpo. La Policía no llegó a interrogarle ya que se desmayó justo antes de su arresto. Lo único que ha trascendido sobre Fan es que se había divorciado hacía poco tiempo y que no estaba satisfecho con el reparto de bienes con su expareja.

Las autoridades chinas informaron el martes sobre la magnitud de lo ocurrido en esta localidad situada en la provincia de Cantón, en el sureste del país, que el lunes se había reducido oficialmente a un incidente con heridos. Y eso que en redes sociales circulaban ya vídeos donde se veía el alcance de la tragedia, aunque apenas duraron unas horas en internet antes de que acabaran eliminados. Fue «un grave y agresivo ataque», reconoció un día después la Policía de Zhuhai, una ciudad de unos 2,4 millones de habitantes poco acostumbrada a este tipo de sucesos.

El primer ministro chino, Xi Jinping, se pronunció también el martes sobre la masacre de Zhuhai, que describió como de «una naturaleza extremadamente vil». «Debemos castigar severamente al asesino de acuerdo con la ley», clamó tras instar a «tomar todas las medidas necesarias» para atender a los heridos y a las familias que han sufrido alguna pérdida en el atropello. «Todas las regiones y departamentos relevantes deben aprender grandes lecciones de lo sucedido y mejorar sus sistemas de prevención, control y resolución de conflictos, además de evitar casos extremos como este. Tenemos que hacer todo lo posible por proteger las vidas de la gente y la estabilidad social», aseveró el mandatario, según transmitió la agencia estatal de noticias Xinhua.

China, como la ciudad de Zhuhai, no suele ser escenario de grandes delitos violentos debido a la extrema seguridad y las restrictivas leyes sobre armas de fuego que imperan en el país. Sin embargo, en sus calles se ha registrado un aumento de los ataques con cuchillos. Hace un mes, un suceso de este tipo se saldó con cinco heridos en las inmediaciones de una de las mejores escuelas de Educación Primaria de Pekín, mientras que en Shanghái un hombre se cobró la vida de tres personas e hirió a otras quince en un supermercado. En septiembre, un menor japonés murió apuñalado en el exterior de su centro educativo en Shenzhen.