

Secciones
Servicios
Destacamos
Steve Witkoff, enviado estadounidense para Oriente Medio, y el ministro iraní de Exteriores, Abás Araqchi, tienen este sábado una cita de alta tensión Omán para ... hablar del programa nuclear del país asiático. Sobre esta negociación planea una contundente frase de Donald Trump: «Irán no tendrá la bomba atómica». Y como en casi todos los temas que toca, el presidente norteamericano ofrece dos caminos: por las buenas o por las malas; o la vía diplomática o la fuerza.
Irán lo sabe. Su posición en la mesa de la negociación es la más débil. Según 'The New York Times', dos altos cargos de la Administración de Teherán han aconsejado al líder supremo, Alí Jamenei, que haga concesiones porque hay riesgo de que caiga el régimen. No creen que sea un farol la amenaza de un ataque militar coordinado entre EEUU e Israel contra sus instalaciones nucleares. Que dos altos funcionarios se atrevan a contradecir la línea oficial es algo inédito, sobre todo porque Jamenei ha prohibido durante años cualquier contacto con Washignton.
En una reunión interna, el líder iraní escuchó a responsables del poder judicial y de la Asamblea Consultiva Islámica, el principal órgano del poder legislativo. La situación es crítica. Irán, acorralado por las sanciones de EE UU, sufre una profunda crisis económica: hay escasez de gas y electricidad, y la falta de agua obliga en algunas ciudades a cerrar las escuelas dos días a la semana. El régimen ha visto, además, como dos de sus aliados, Hamás en Gaza y Hezbolá en Líbano, han perdido el pulso militar con Israel, el gran socio de Washington.
Ahora es Teherán el objetivo. Y al menos dos altos funcionarios presionaron a Jamenei para que negocie y haga concesiones. El presidente del país, Masoud Pezeshkian, le ha dicho que la situación económica es insostenible. E incluso sus mejores aliados, China y Rusia, le han recomendado alcanzar un acuerdo. Si no hay pacto, crece la posibilidad de una guerra. Y eso, según estos dos altos cargos, generaría disturbios y huelgas. El régimen estaría el peligro.
En ese clima llega esta reunión en Omán. EE UU asegura que serán contactos directos, mientras que Irán dice que serán indirectos, en salas paralelas y con la delegación de Omán como mediadora. Teherán va a proponer un acuerdo nuclear provisional con Estados Unidos. El Ejecutivo iraní está muy preocupado por el plazo de dos meses que ha dado Trump para sellar un pacto, según el portal digital Axios. Irán pide más tiempo. Está dispuesto a reducir su actividad en enriquecimiento de uranio y permitiría a la ONU un mayor acceso a sus instalaciones nucleares para que técnicos internacionales comprueben que su programa atómico tiene fines civiles y no militares. A cambio, EE UU tendría que suavizar su campaña de sanciones económicas, aplicada desde 2018, desde que, durante el primer mandato de Trump, Washington se retiró del acuerdo nuclear que Irán tenía con otras potencias.
«Si las conversaciones no tienen éxito, será un día muy malo para Irán», advirtió Trump el lunes desde la Casa Blanca, donde había recibido la visita del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. El presidente norteamericano no quiere posponer el acuerdo. No le gusta la opción de un pacto provisional que podría interpretarse como un intento de Irán de ganar tiempo mientras mantiene intacto su programa nuclear. Aunque las autoridades de Teherán han jurado destruir por completo Israel, niegan que estén fabricando armamento atómico. Pero, según 'The Times of Israel', han alcanzado una tasa de enriquecimiento de uranio (60%) que sólo tiene sentido si su objetivo es militar. Además, no permiten el acceso de inspectores neutrales a sus instalaciones.
Seis bombarderos B-2 estadounidenses fueron trasladados en marzo hasta la isla Diego García, en el océano Índico. En principio, su misión es proteger las rutas marítimas de los ataques de los rebeldes hutíes de Yemen. Pero también suponen un aviso a Teherán. Estas aeronaves tiene capacidad para transportar armas nucleares y las bombas más pesadas del arsenal norteamericano. Cuando al secretario de Defensa de EEUU, Pete Hegseth, le preguntaron si este despliegue era un mensaje dirigido a Irán, respondió: «Estados Unidos dejará que Irán decida». O negocia y deja que controlen su programa nuclear o guerra.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Destacados
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.