El veto de Brasil al ingreso de Venezuela en los BRICS dispara las hostilidades entre Maduro y Lula

Los BRICS están integrados originalmente por Rusia, China, India, Sudáfrica y Brasil, y el pasado mes de enero admitió la adhesión de Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán. La Venezuela de Maduro aspira a convertirse en un socio más de este grupo de naciones con economías emergentes, pero ha encontrado en el Brasil de Lula da Silva, un antiguo aliado, su principal adversario para vetar su ingreso. El mandatario chavista considera que los BRICS son la esperanza para los países sudamericanos que aspiran al desarrollo y «llevan la bandera de la igualdad y la libertad».

Gil Pinto, canciller venezolano, acusó al embajador Eduardo Paes Saboia, presente en la reunión de Kazán, y al ministro de Asuntos Exteriores de Brasil, Mauro Viera, de mantener el veto impuesto hace años por el entonces presidente ultraderechista Jair Bolsonaro, «reproduciendo el odio, la exclusión y la intolerancia promovidos desde los centros de poder occidentales para impedir, por ahora, el ingreso de la Patria de Bolívar a esta organización, en una acción que constituye una agresión a Venezuela y un gesto hostil que se suma a la política criminal de sanciones que ha sido impuestas contra nuestro país». «No existe fuerza en esta tierra que calle la voz de rebeldía y de justicia de Venezuela. Ni hoy, ni mañana, ni nunca. Nadie vetará ni callará a Venezuela. Y el que lo intente se secará», dijo, por su parte, Maduro a su regreso a Caracas.

Las autoridades de Brasilia se han distanciado más del régimen de Caracas desde las elecciones del pasado 28 de julio al considerar que Maduro no ha respetado los acuerdos firmados en Barbados, en los que el Gobierno chavista se comprometió a celebrar unos comicios transparentes y permitir el monitoreo internacional. Pero lo incumplió todo, hasta el punto de que no ha sido capaz de mostrar las actas del escrutinio que la oposición ha publicado evidenciando su victoria.

En Kazán, el líder bolivariano sí consiguió, sin embargo, que Putin legitimara su nuevo mandato. «Consideramos que el presidente Maduro ganó las elecciones limpiamente», declaró el jefe del Kremlin, que describió a Venezuela como uno de los viejos y fiables socios de Moscú en América Latina. En una alocución a través de la televisión estatal, Putin sostuvo que las relaciones con el chavismo están fortaleciéndose y destacó que ambos países tienen múltiples proyectos en energía, industria farmacéutica, transporte y nuevas tecnologías.

Maduro busca el ingreso en los BRICS para romper el aislamiento internacional que experimenta a causa de las sanciones económicas pese a tener un gran potencial petrolero. Sostiene además que su país está en la senda del grupo «porque está en el camino del equilibrio del mundo desde tiempos de Bolívar y porque practicamos los principios de los BRICS por convicción». El presidente venezolano alcanzó a proponer un nuevo sistema financiero mundial.

Para Nicolás Maduro su visita a Kazán para intentar presionar para su ingreso en los BRICS no ha sido fructífera. Además, durante su estancia en la ciudad rusa recibió la noticia de que los líderes opositores, María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, habían recibido el Premio Sájarov, máxima distinción que concede la Unión Europea a la libertad de conciencia y de los derechos humanos.