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Es innegable que la política se ha convertido un poco en espectáculo durante los últimos tiempos. Y si no que se lo digan a Argentina, cuyo presidente lo mismo clona un perro, borra del mapa ministerios o gasta en reformas millonarias de su residencia, que ... desata una crisis diplomática, presenta un libro o canta al más puro estilo rock star. Javier Milei es todo y eso y quizás mucho más. Lo demostró este miércoles durante la presentación de su libro 'Capitalismo, socialismo y trampa neoclásica',en el mítico Luna Park de Bueno Aires. Voz ronca y chaqueta larga de cuero adornaron una velada en la que, una vez más, se despachó.
Empezó cantando. «Hola a todos, yo soy el león, rugió la bestia en medio de la avenida. Estimados, quise hacer esto porque quería cantar», dijo antes de entonar junto a una banda amateur una única canción: su versión de «Panic show» del trío de rock argentino 'La Renga'. Luego entró en materia económica y repartió con ganas contra el socialismo, defendió los monopolios, negó la existencia de fallos en el mercado y, para no dejar nada fuera, aseguró que el aborto respondía era un «mecanismo para masacrar poblaciones». Se refirió a la interrupción del embarazo como «agenda asesina» y lo comparó con la «masacre de judíos» por parte de los antiguos egipcios; calificó al dictador fascista italiano Benito Mussolini como «un señor de izquierdas», y culpó al «maldito Estado» y al «buenismo socialista» de la miseria global.
Poco a poco los 10.000 espectadores que llenaban el recinto comenzaron a mercar hasta quedarse en la mitad, según cuenta la agencia de noticias AFP. Eso sí, los que se quedaron estaban entregados. Y claro, no faltaron las referencias a la crisis diplomática con España, aunque más por parte del público que de Milei. Los presentes corearon canciones en contra de España y de Pedro Sánchez. El inquilino de la Casa Rosada presumió del papel de las mujeres en su Gobierno. «En España me trataron de misógino...y lo soy jajajaja», espetó. Tras escuchar al público cantando «Sánchez, compadre, la concha de tu madre», el ultraderechista ironizó sobre el conflicto que ha llevado a Madrid a retirar a su embajadora en Buenos Aires, y bromeó sobre que su ministra de Exteriores, Diana Mondino, le pedirá horas extras por la crisis diplomática. No hubo más por su parte.
Durante el acto, le dio tiempo a criticar a «esos enemigos que quieren voltear este Gobierno» y anunció «cuatro mil reformas estructurales», al grito de «motosierra». Tampoco desaprovechó la ocasión de criticar a la exvicepresidenta Cristina Kirchner. «Cristina ya va presa», gritó.
Tras casi una hora de discurso, el mandatario afrontó la segunda parte del acto: un diálogo junto al diputado de su fuerza política, José Luis Espert; y el portavoz presidencial, Manuel Adorni. Se sucedieron momentos humorísticos con confesiones sobre sus gustos musicales y hasta se comparó con el capitán de la selección argentina de fútbol campeona del mundo, Lionel Messi. Y cerró con su ya famoso: «¡Viva la libertad, carajo!». Un show al más puro estilo Javier Milei.
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