El presidente electo de Guatemala denuncia un «golpe de Estado»

El próximo mandatario, de 64 años, ganó la segunda vuelta de los comicios presidenciales con más del 60,9% de los sufragios con la promesa de una lucha frontal contra la corrupción, mal endémico en el país. Pero su ascenso en el poder parece haber alertado a la élite política y empresarial, según su testimonio, en el que expresa sus denuncias con nombre y apellido.

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«Alertamos al pueblo de Guatemala de que estas mafias políticas, encabezadas por la fiscal general, Consuelo Porras, el fiscal Rafael Curruchiche y el juez Fredy Orellana -bajo la lupa de Estados Unidos por casos de corrupción- intentaran consumar el golpe de Estado», añadió. Tras conocerse las acusaciones, un grupo de manifestantes presentó un documento con más de 100.000 firmas con el que solicitaban la renuncia de Porras y Curruchiche.

En respuesta a Arévalo, la Fiscalía señaló que son «afirmaciones alejadas de la realidad» y negó que su departamento intente impedir la transición de poder. No obstante, anunció que se ha abierto una investigación tras «haber recibido más de mil denuncias sobre diferentes delitos que tuvieron lugar durante los comicios, hechas por ciudadanos que consideran que sus derechos han sido vulnerados».