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La Policía Federal de Brasil se plantó este jueves en la puerta de la casa que la familia Bolsonaro posee en el turístico municipio de Angras dos Reis. Buscaba al expresidente, Jair, dentro de una gran operación con decenas de registros y varias detenciones en ... diversos puntos del país por el intento de golpe de Estado ocurrido hace un año. El enorme despliegue, y la lista de sospechosos que visitaron los policías, entre ellos antiguos ministros y miembros del ejército, evidencia que la investigación sobre los sucesos del 8 de enero de 2023 -cuando miles de bolsonaristas invadieron y destrozaron las sedes de las principales instituciones brasileñas- se concentra en el líder ultraderechista y su círculo político y militar.
La operación se saldó con cuatro detenidos (Filipe Martins, estrecho asesor de Bolsonaro durante su mandato, Rafael Martins, mayor de las Fuerzas Especiales, y los coroneles Marcel Câmara y Bernardo Româo Corrêa) y con una treintena de registros en las propiedades de varios exministros de la anterior legislatura, como Anderson Torres, titular de Justicia, del presidente del Partido Liberal, Valdemar Costa Neto, y de miembros destacados del ejército. Entre las medidas cautelares impuestas a los investigados están la retirada del pasaporte y la prohibición de abandonar el país, la suspensión de sus funciones públicas o no comunicarse entre ellos.
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«Salí del Gobierno hace más de un año y sigo sufriendo una persecución implacable», protestó durante la operación policial Bolsonaro, cuyo equipo legal confirmó que entregará su pasaporte en el plazo dado de 24 horas. La operación trata de esclarecer si los investigados por la intentona golpista formaron parte de una «organización criminal» con el objetivo de mantener al jefe de la extrema derecha en el poder y derrocar a Luiz Inácio Lula da Silva, que había asumido la presidencia una semana antes.
La estrategia para lograrlo, según la Policía, pasaba por difundir teorías infundadas de fraude electoral -que sobre todo ponían en cuestión el sistema de urnas electrónicas- incluso antes de que se celebraran los comicios para legitimar una intervención militar posterior. El grupo se valía de milicias digitales, que 'intoxicaban' medios y redes con las supuestas irregularidades, y del apoyo que tenía dentro del ejército.
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