Piñera asegura que no renunciará aunque sigan las protestas en Chile

Desde el 18 de octubre, día en el que comenzaron las protestas por el encarecimiento de la tarifa del metro de Santiago, se suceden las manifestaciones al grito de «Chile despertó» y «renuncia Piñera». Se recrudecen las barricadas, los cortes de tráfico, los incendios y saqueos. En la noche del lunes en Santiago, Valparaíso, Concepción y Viña del Mar se registraron enfrentamientos con la Policía, que utilizó coches lanzaagua, gases lacrimógenos y armas largas con balas de goma. En la capital un grupo entró a la sede de la Universidad Católica y prendió fuego parte del mobiliario.

Empleados públicos y de salud realizan desde el lunes una huelga indefinida hasta que Piñera dé marcha atrás en medidas que los sindicatos consideran cosméticas. También lo hacen en repudio al espionaje de la Policía sobre dirigentes sindicales y sociales. Este martes, además de la destrucción de monumentos y los incendios -esta vez alcanzaron a diversas sucursales bancarias, supermercados, autobuses, vehículos y edificios municipales-, estudiantes de Iquique ocuparon una escuela para adherirse a la protesta. Hasta el momento ha habido 23 muertos, más de 2.500 heridos y cerca de 5.000 detenidos.

En una entrevista con la BBC Piñera admitió que su gobierno «no escuchó con suficiente atención» reclamos que «se acumularon durante décadas». Reconoció que a pesar de las mejoras de los últimos años Chile sigue siendo un país «demasiado desigual» en el que la gente «percibe que hay abusos». Aceptó también que es posible discutir una reforma constitucional aunque consideró que debe hacerse por vía parlamentaria, no mediante una asamblea como reclaman las calles.

Al ser consultado sobre su eventual renuncia, el presidente -que juró el cargo en 2018- prometió que va a llegar al final del mandato. «Fui elegido democráticamente por una enorme mayoría de chilenos», subrayó, y pidió «respetar las reglas de la democracia».