La ola de polizones obliga a interrumpir el tránsito de 'la bestia'

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T. Nieva

Los convoyes de carga mexicanos conocidos como 'la bestia' -o 'tren de la muerte', un apodo que da idea de lo arriesgado del viaje- han servido durante años para que miles de migrantes cruzaran tierras mexicanas con la intención de solicitar asilo en EE UU o pasar su frontera de manera irregular. Hasta hace siete días era la alternativa para aquellos que carecían de suficientes recursos para desplazarse por medios más seguros, una opción por la que suelen pagar entre 6.000 y 12.000 dólares. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) explica que este medio «había caído en desuso desde 2019 ya que hubo un cambio en la forma de emigrar a través de México» pero, «desde hace algunas semanas», las locomotoras van de nuevo cargadas de polizones.

Algunos viajan encaramados a los techos y otros agarrados a los estribos de estos trenes que cubren unos 3.000 kilómetros desde la frontera sur con Guatemala hasta la estación de Lechería, aún en México, donde cada pasajero debe decidir cómo completar el último tramo hasta el sueño norteamericano. Llevan a menores y adultos, tanto hombres como mujeres, de diversas nacionalidades. Hubo un tiempo en que a 'la bestia' se aferraban sobre todo guatemaltecos, salvadoreños u hondureños, pero en los últimos meses se ha detectado una ola de venezolanos. Y no todos llegan a un destino donde se arriesgan a ser expulsados, deportados o vetados para entrar en un futuro. En el camino muchos mueren -una de las contadas cifras oficiales apuntaba en 2019 a 1.300 fallecidos en un año- o sufren amputaciones y no es extraño que entre los supervivientes se escuchen relatos de robos, extorsiones o violaciones por parte de pandillas y cárteles.

El Instituto Nacional de Migración (INM) de México ha realizado más de 600 intervenciones en el sistema ferroviario en lo que va de 2023, con el resultado de 8.988 pasajeros detenidos. Este organismo participó en una reunión de urgencia con la Patrulla Fronteriza de EE UU y Ferromex después de que la empresa decidiera parar un tercio de su actividad tras varios accidentes, un volumen de carga equivalente a la de 1.800 camiones. El convenio que salió del encuentro celebrado en Ciudad Juárez pretende «evitar que arriesguen su vida al utilizar ese medio» con medidas como el retorno a sus países de los polizones extranjeros que sean interceptados en los trenes. Una amenaza con la que conviven los migrantes ilegales y que no les frenará en cuanto 'la bestia' vuelva a ponerse en marcha.