El narco desangra Ecuador

Debido a su posición estratégica en la costa del Pacífico se ha convertido en lanzadera de los cargamentos de cocaína, sobre todo hacia Estados Unidos y Europa. Ello ha disparado la tasa de homicidios. De un asesinato cada 100.000 habitantes de 2018 se pasado a una tasa de 46 en la actualidad.

El Ejecutivo de Daniel Noboa buscó una solución en la declaración del estado de emergencia, pero la medida adoptada se ha manifestado ineficaz, sobre todo en el campo. La militarización de las ciudades más grandes ha obligado a los grupos criminales a trasladarse a poblados de la zona costera para continuar con sus actividades de tráfico de estupefacientes y blanqueo de dinero.

Es allí donde se han movido la extorsión, los secuestros y los asesinatos. Si el agosto del pasado año las bandas acabaron a tiros con la vida del candidato presidencial Fernando Villavicencio, este fin de semana mataron a la alcaldesa de San Vicente, Brigitte García, de 27 años, pertenecía al partido Revolución Ciudadana, liderado por el expresidente socialista Rafael Correa, que dirigió el país durante diez años. Es tercer primer edil 'ejecutado' por enfrentarse a los narcos.

Por ello, Ecuador vive sumido en un caos permanente. Son muchos los que responsabilizan al líder de la banda 'Los Choneros' Adolfo 'Fito' Macías, huido de la cárcel de Quito a finales del pasado año. El 'plan Fénix' lanzado tras la evasión no ha logrado frenar los ataques de las narcobandas, que tienen lugar casi a diario.

En los últimos días una patrulla militar sufrió una emboscada cerca de la frontera con Colombia con un balance de un soldado herido y otros tres heridos, y un estadio de fútbol de la Primera División tuvo que ser evacuado al detectarse un vehículo cargado de explosivos en su aparcamiento.

Todo enmarcado en una guerrilla entre pandillas para hacerse con las rutas del tráfico de estupefacientes y para desafiar a Noboa, que dentro de menos de un año deberá enfrentarse a las urnas con una imagen muy devaluada. El presidente dice que trabaja con la Policía y la Fiscalía para llevar a cabo una respuesta rápida, pero los ecuatorianos siguen sin ver los frutos de sus programas.