Maduro libera a otros 103 detenidos en las protestas

Entre los liberados no se encuentran los españoles José María Buendía y Andrés Martínez, detenidos el pasado septiembre y acusados, sin pruebas, de ser agentes encubiertos y de preparar un plan contra las cabezas visibles del régimen.

Pese a lo que pudieran parecer actos generosos del Gobierno de Maduro, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, presentó este viernes en Ginebra un alarmante informe sobre la situación que sigue viviendo el pueblo venezolano. En el mismo mencionó las violaciones de derechos humanos. Desde torturas hasta detenciones injustificadas y represiones. Turk, al mismo tiempo, señaló que la ONU está dispuesta a encontrar una solución para los seis opositores, colaboradores de María Corina Machado, la líder opositora del partido Vente Venezuela, asilados en la embajada argentina en Caracas y a los que el chavismo no les concede un salvoconducto para salir del país.

En su discurso, Turk mostró su preocupación al constatar unos 2.000 arrestos tras las elecciones del 28 de julio. «Me preocupa mucho que la mayoría de estas personas hayan sido detenidas arbitrariamente, incluyendo adolescentes y jóvenes, miembros de la oposición, defensores de derechos humanos, periodistas y abogados».

El jueves, el Congreso español aprobó una resolución para que el Gobierno solicite a la Corte Penal Internacional una orden de captura contra Maduro. La reacción de Machado no se hizo esperar: «El mundo reconoce el sufrimiento de los venezolanos y exige justicia». La líder opositora insistió el jueves ante las cámaras de EVTVMiami en que el auténtico vencedor de las elecciones presidenciales ha sido Edmundo González Urrutia y no Maduro.

«Los venezolanos debemos tener la absoluta seguridad en que el 28 de julio cambió la historia y el movimiento que hemos construido es indetenible e invencible. El 10 de enero es una prueba de fuego para el régimen, no para nosotros», manifestó Machado. Paralelamente, hizo referencia a las liberaciones de rehenes, en las que se encuentran muchos adolescentes: «Ellos creen que permitiendo algunas liberaciones, la gente puede pasar la página. Obviamente tienen que hacerlo porque la presión es brutal y va a seguir creciendo».

A las excarcelaciones, Maduro ha querido sumar la reanudación de la cooperación de la Oficina de la ONU en Caracas, cerrada el pasado febrero acusada de ayudar a golpistas y grupos terroristas.

Pero si por un lado libera disidentes, por otro el Gobierno chavista no frena su acoso a todo aquel que se manifiesta en su contra. La excarcelación de 103 detenidos ha coincidido con la detención en el Estado de Bolívar de dos coordinadores de Vente Venezuela, el movimiento político de Machado. Se trata del alcalde de Cabimas (Zulia), Nabil Maalouf, y el activista, exconcejal y director de la ONG Ciudadanía sin límites, Jesús Armas, que fue retenido el pasado martes cuando estaba manifestándose con opositores frente a la Fiscalía de Caracas. «Estamos en la vigilia en apoyo a la libertad de los presos políticos. Nada detendrá nuestro espíritu libertario», escribió en las redes.

Aunque entre los excarcelados hay tres periodistas, ello no ha evitado que el Sindicato Nacional de Trabajadores de Prensa (SNTP) haya protestado pidiendo la liberación de otros once profesionales de prensa.

Maduro tampoco ha parado de anunciar que el próximo 10 de enero acudirá a la Asamblea Nacional para jurar frente a la Constitución «para un nuevo mandato revolucionario de un gobierno del pueblo, para el pueblo y con el pueblo». Ni ha frenado en sus advertencias a Edmundo González, exiliado en Madrid. «No juegues con candela», le ha dicho. «Respeta a Venezuela. Estás violando el acuerdo que firmaste y el derecho de asilo de España, deja de estar llamando a una guerra civil en Venezuela», y prometió paz y más paz en Navidades y a partir de su investidura.