Maduro no quiere candidatos que le hagan sombra en las elecciones de Venezuela

La tensión en Venezuela aumenta cada día. El domingo de Ramos, por ejemplo, en la iglesia San Judas Tadeo de Maracaibo, el sacerdote lanzó un mensaje final en el que pedía que los jóvenes no dudaran en inscribirse para la jornada electoral y elogió a Corina Yoris como una persona recta, de buenos valores, «cristiana, humilde y misericordiosa». Un asistente a la misa le gritó «cállate la jeta» y el resto abucheó, y el párroco cargó contra quien lo había mandado callar. Le llamó «Satanás», «el culpable de estar como estamos los venezolanos, pasando hambre y necesidad».

Miles de venezolanos temen por la vida del sacerdote. La Furia Bolivariana, activada por el régimen a principios de año con el propósito de atemorizar e intimidar a sus oponentes, no suele perdonar estas acciones. La semana pasada, Venezuela vivió lo que María Corina Machado llamó «el día de la infamia», después de que se ordenara la detención de dos integrantes importantes del equipo de su campaña electoral. Los gritos de «auxilio, auxilio» que lanzó Dignora Hernández al ser introducida en una furgoneta fueron captados y publicados en las redes sociales.

La inscripción de Machado fue rechazada el viernes tal y como estaba previsto por el Consejo Nacional Electoral (CNE). Fue entonces cuando la oposición tomó la decisión de designar a Corina Yoris como candidata por la Plataforma Unitaria Democrática. Su inscripción por ahora tampoco ha sido validada y las esperanzas de que sea finalmente aceptada son pocas. Según el CNE, todas las candidaturas pasan un proceso de investigación. Yoris, que se presenta como filosofa, profesora universitaria y luchadora por un país democrático, fue atacada primero por Diosdado Cabello -mano derecha de Maduro y hombre que se define como chavista radical y atiza a los oponentes a través del programa 'Con el mazo dando'- y después acusada de tener nacionalidad uruguaya por el hecho de haber contraído matrimonio con un ciudadano de ese país. La información fue desmentida por la propia aspirante y también por la Cámara de Representantes de Uruguay en un comunicado.

Con su decisión de renunciar a ser la candidata en los comicios, Machado buscó en Yoris una representante y así lo entendió la profesora que recientemente era elegida para ocupar un puesto en la Academia Venezolana de la Lengua. «Estoy en el cráter del volcán en medio de la erupción», manifestó en una entrevista en la web 'La gran aldea' poco después de aceptar el encargo. La jugada se mantuvo en secreto durante unos días para conceder poco margen de respuesta al régimen. Pero no. Maduro tiene claro su objetivo pese a prometer ante la comunidad internacional que celebraría unas elecciones democráticas. Y aunque la ONU y los Gobiernos de Uruguay, Argentina, Chile, Paraguay, Costa Rica y Estados Unidos han instado a Venezuela a que frene su persecución a los opositores, son más los países que permanecen en silencio, entre ellos los vecinos Colombia y Brasil.

La ONU considera que Maduro ha activado la modalidad más violenta de represión para perpetuarse otros seis años en el poder, y siempre con la misma estrategia que Vladímir Putin aplica en Rusia. El líder chavista considera su «hermano mayor» al jefe del Kremlin. A sus 61 años, Maduro, que lleva once en el Gobierno, manifestó al proclamar su candidatura que «iremos a una nueva victoria. Aquí hay un solo destino. La victoria popular hagan lo que hagan, digan lo que digan, no han podido ni podrán jamás con nosotros».