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dagoberto escorcia
Domingo, 17 de abril 2022, 00:17
Tiene nombre ruso y sus apellidos son de origen griego y alemán, lo cual puede explicar la facilidad que posee para hablar estos idiomas más el español, inglés, y hasta el indonesio básico, y seguir estudiando una lengua de los pueblos originarios de su país ( ... kawésqar). Ella nació en Chile hace 32 años, el domingo, 29 de octubre de 1989. El horóscopo dice que pertenece al signo escorpión, que define a personas exitosas, que además son independientes, innovadoras y a las que no les faltan ideas ni energía. Se llama Irina, pero también Sabine y Alice. Karamanos es su primer apellido y Adrian el segundo. Estudio en un colegio alemán, también en la Universidad de Chile y en la de Heidelberg, en Alemania. Todas las biografías hablan de que es politóloga, antropóloga y socióloga. En un país como Chile que está intentando efectuar un giro total, ella se ha convertido en una gran protagonista en la política por dos motivos principalmente: la decisiva y tenaz defensa de la causa feminista y por ser la pareja de Gabriel Boric, que a sus 35 años ha sido elegido como el presidente más joven de esta nación.
Que una luchadora feminista acepte ser nombrada 'primera dama' no parece que sea lo más coherente. De hecho, Irina había declarado que no consentiría este cargo, considerado obsoleto, machista y anacrónico: «No soy ni primera, ni dama», afirmó en el programa televisivo de su país 'Las caras de la moneda'. Pero ha acabado admitiéndolo bajo la promesa que le dará una nueva orientación, que lo modernizará, y que lo hará más contemporáneo y despersonalizado. Por aceptarlo tuvo las primeras críticas de grupos feministas. Ella ha sido y es una firme luchadora por la construcción de un futuro feminista: «No hay democracia sin feminismo», afirma.
Irina Karamanos no habría sido la primera mujer, pareja de un presidente de Latinoamérica, que rechazara tan aparente decoroso título. Otras, sin liderar movimientos feministas, ya lo hicieron en su momento. La primera, la argentina Cristina Fernández de Kirchner que eligió ser llamada «primera ciudadana». La que más profundizó fue Beatriz Gutiérrez Muller, esposa del actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que declaró: «Para la verdadera transformación de la vida pública de México tenemos que comenzar a pensar y actuar diferente. Pongamos fin a la idea de la primera dama. En México no queremos que haya mujeres de primera ni de segunda». Otros mandatarios renunciaron a dar la oportunidad de decidir a sus parejas. Rafael Correa, de Ecuador, anuló el cargo al mismo tiempo que lo calificó de anacrónico y sexista. Y el líder chavista de Venezuela, Nicolás Maduro, nombró a su esposa Cilia Flores «primera combatiente».
No obstante, nadie en el Chile que persigue el cambio y que votó por la esperanza cree que Irina Karamanos vaya a ser una figura decorativa o que solo sirva para los protocolos o se convierta en 'la mujer del presidente'. Tiene claro que está ante un gran desafío. «Trabajaré por la visibilización de las juventudes trans, por las infancias inmigrantes, la interculturalidad, y haremos énfasis en preservar y acercar la cultura de los pueblos originarios». Irina ha declarado abiertamente que ha aceptado el proyecto para trabajar en beneficio de Chile y de su diversidad, pero ejecutándolo desde un papel menos caritativo y más articulador y diplomático. «Vamos a ocupar este espacio porque queremos demostrar que las mujeres podemos ocupar el poder y contribuir a proyectos transformadores. Queremos mostrar las realidades que viven las mujeres de este país».
En el gabinete de Gabriel Boric, que es definido como feminista y paritario donde 14 de sus 24 ministerios son ocupados por mujeres, Irina Karamanos cuenta con la confianza de la mayoría de un país que está en estos momentos redactando una nueva Constitución, la primera a nivel mundial escrita por un órgano con paridad de género. Como Directora del área Sociocultural de la Presidencia, Karamanos también está avalada por su formación académica y política, por la militancia activa que ha ejercido en la fundación del partido Convergencia Social, donde fue máxima responsable nacional. También fue pionera del programa 'Abre Caminos' impulsado por el partido en una labor social de promoción de las mujeres, diversidad sexual y de género. Hoy en día se sabe que está empeñada en impulsar una plataforma del feminismo internacional y en el que de momento mantiene contactos con grupos políticos como Unidas-Podemos, La Campora Argentina, el Bloque Nacionalista Gallego y con partidos de la izquierda francesa.
Hasta ahora, Irina Karamanos prefería quedarse detrás de las cámaras, ocupando un rol secundario, desempeñando papeles de organización. Considerada por sus partidarios como una mujer noble, alegre, trabajadora, amable, que transmite confianza y seguridad, ahora está activa en las redes. Hace unos días, durante el cierre del cambio de mando en la comuna de La Pintana, escribió en su Instagram unas palabras que hablan por sí solas del gran compromiso adquirido: «La diversidad fue vista como un piso, la sensibilidad puesta en cada detalle significativo, la cultura declarada prioridad, el castellano no siendo la única lengua al micrófono, la justicia vista como ternura, la interpretación a Lengua de Señas Chilena con turnos dignos». Todo un reto.
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