Guaidó desafía la prohibición de abandonar Venezuela

La noticia del viaje clandestino de Guaidó fue conocida a través de la agencia AP. En ningún momento se han desvelado los detalles del desplazamiento del principal opositor al régimen chavista de Nicolás Maduro, y se asegura que el propio gabinete de Guaidó desconocía esta salida, seguramente por motivos de seguridad. No es la primera vez que el presidente de la AN burla la prohibición de salir de Venezuela. El 23 de febrero pasado, Guaidó ingresó también en Colombia para recibir la ayuda humanitaria para su país, un reparto que luego fue frustrado por las fuerzas militares venezolanas.

En principio, Guaidó tenía previsto reunirse este domingo por la tarde en el Palacio de Nariño con el presidente colombiano, Iván Duque, quien le dio la bienvenida a través de las redes sociales. El líder opositor venezolano respondió inmediatamente agradeciendo el apoyo en la lucha por su pueblo: «Generaremos las condiciones que nos conducirán a la libertad. Y les aseguro que la vuelta a nuestro país estará llena de buenas noticias».

En este sentido, María Gabriela Hernández, diputada de la AN que preside Guaidó, manifestó que el principal objetivo de la gira no es otro que advertir «al mundo de la naturaleza criminal y violadora de los derechos humanos de Maduro y su régimen».

De este nuevo desafío de Guaidó al régimen de Maduro, además de significar una vuelta al primer plano del líder opositor, que había perdido crédito en los últimos meses, se espera que obtenga algo más que buenas palabras por parte de los países aliados con su presidencia interina. Mientras, varias voces se levantaron ayer en Venezuela para decir que la gira no puede acabar con Guaidó entrando otra vez en Venezuela como si nada hubiera pasado.

Algunas fuentes próximas a Guaidó aseguran que esta gira estaba prevista para después de la reelección como presidente de la AN del pasado día 5, pero lo impidieron los apoyos de Maduro a Luis Parra, que se alzó como nuevo presidente en unas elecciones accidentadas en las que los diputados opositores ni Guaidó pudieron entrar al Palacio Federal para ejercer su voto.

Mientras Guaidó llegaba a Bogotá para participar en esa cumbre antiterrorista, el canciller del Gobierno de Maduro, Jorge Arreaza, aterrizaba en Teherán para «sostener una agenda de trabajo de alto nivel», según comunicó de la propia cancillería venezolana.

Nada de lo que ocurre en Venezuela sorprende. Tampoco que Maduro en una entrevista a 'The Washington Post' manifieste sus intenciones de establecer relaciones con Estados Unidos. Declaración que fue contestada por John Bolton, exasistente del presidente de Estados Unidos para asuntos de seguridad, con un tuit tan contundente como irónico: «Las únicas negociaciones que deberíamos tener con Maduro son para establecer lo que quiere para almorzar en el avión que lo llevará al exilio permanente en Cuba o Rusia. Viva Venezuela libre».