Las FARC suspenden su campaña política por «falta de garantías»

El aspirante de la FARC a la Vicepresidencia, Imelda Daza, compañero de fórmula de Rodrigo Londoño, 'Timochenko', ha atribuido la decisión a los incidentes registrados coincidiendo con varios actos electorales en ciudades como Armenia, Florencia y Cali.

"Exigimos más compromiso del Gobierno y de las instituciones en el control de la turba que ha atacado no solo a 'Timochenko' sino también en Florencia a Iván Márquez", ha destacado Daza, en una entrevista a la emisora Blu Radio en la que ha denunciado que se trata de "manifestaciones espontáneas", sino de "acciones promovidas".

El lunes, el exguerrillero y candidato a senador Iván Márquez también denunció la existencia de una campaña para "atacar y sabotear" los actos de la FARC y, en concreto, señaló al uribismo. En este sentido, aseguró que el senador Ernesto Macías, durante un acto al que había acudido el expresidente Álvaro Uribe, instó a la ciudadanía a boicotear un evento.

Daza ha exhortado a la Fiscalía a "judicializar a los autores de los hechos" y ha pedido también la protección de la Policía, que puede "poner distancia entre los candidatos y la ciudadanía que protesta" sin "reprimir ni maltratar a nadie". "Son actos violentos que deben ser castigados", ha sentenciado.

El candidato a vicepresidente ha ido más allá y ha denunciado el incumplimiento de las reglas que se firmaron en el acuerdo de paz con el Gobierno, en la medida en que la FARC no habría recibido los recursos económicos a los que tiene "derecho". El Ejecutivo de Juan Manuel Santos, ha añadido Daza, "no ha desembolsado un peso".

El nuevo partido, constituido por exguerrilleros y antiguos colaboradores de las FARC, presentará un total de 74 candidatos a los comicios parlamentarios, de los cuales 23 aspirarán a entrar en el Senado y los 51 restantes a la Cámara Baja.

La formación ha encargado su veterano líder, Rodrígo Londoño, alias 'Timochenko', la candidatura a las presidenciales de mayo, pero las encuestas publicadas recientemente evidencian la desconfianza que persiste en la mayoría de la población hacia la antigua guerrilla, que parte con una reducida intención de voto para los dos procesos electorales en ciernes.