Escándalo en Perú por una presunta red de prostitución en el Congreso

Esta pareja de letrados orquestaron una red en la que Saravia localizaba y contrataba a las chicas de compañía y Vidal tenía la misión de buscarles acomodo en la institución parlamentaria, en puestos de secretarias o asesoras de los diputados, según un reportaje de la televisión Willax.

El móvil de la presunta trama era la obtención del voto de los parlamentarios para los temas que se debatían en la cámara, como ha deslizado el presidente de la Comisión de la Fiscalización del Congreso, Juan Burgos. Por tanto, la prensa peruana recoge que se descarta la motivación económica de los implicados.

Saravia y Vidal pusieron fin a su alianza tras una discusión hace pocas semanas. El 9 de diciembre el coche en el que ella viajaba fue tiroteado por unos sicarios en el distrito La Victoria de Lima, la capital peruana. Mientras el conductor murió en el acto, la abogada falleció siete días después en el hospital tras una larga agonía como consecuencia de las heridas sufridas en el ataque.

«Niego rotundamente los cargos», ha declarado Torres en la radio RPP, un día después de que la Fiscalía iniciara las diligencias de investigación por un presunto El acusado ha negado este jueves haber encabezado supuestamente una red de prostitución en el Parlamento y ha asegurado que rendirá cuentas ante la Fiscalía y la Comisión de Fiscalización del Congreso.

El abogado de profesión ha explicado que renunció al cargo de jefe de la oficina legal del Congreso en febrero, meses antes de que varias mujeres fueran contratadas en el Parlamento con la presunta intención de ofrecer servicios sexuales, según una denuncia periodística. «Las señoritas ingresaron en abril, cuando no estaba en el Congreso. Cómo voy a contratar si no era jefe en ese momento», ha sentenciado Torres. Aunque volvió al puesto en mayo, donde se mantuvo hasta el actual mes de diciembre, cuando fue apartado tras la difusión del reportaje en la televisión que destapaba la trama.