El mal ejemplo de Trump
ANÁLISIS ·
El asalto al Capitolio de EE UU en enero de 2021 es un contraejemplo para muchos, aunque otros parecen considerarlo una invitación a la barbariejavier otaola
Lunes, 9 de enero 2023, 22:31
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ANÁLISIS ·
El asalto al Capitolio de EE UU en enero de 2021 es un contraejemplo para muchos, aunque otros parecen considerarlo una invitación a la barbariejavier otaola
Lunes, 9 de enero 2023, 22:31
Mientras el presidente Lula se encontraba en Sao Paulo para comprobar los daños de las recientes lluvias torrenciales, unos miles de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro (estratégicamente retirado en Florida) invadieron la sede del Congreso brasileño, el Palacio de Planalto (presidencial) y la sede del ... Tribunal Supremo Federal en Brasilia. El 'golpismo' trumpista ha creado escuela.
El propio presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva, que tomó posesión el pasado 1 de enero, ha declarado que Bolsonaro, cuestionando la legitimación de la elección, ha «estimulado» el asalto a las instituciones de la República. Jake Sullivan, el consejero de Seguridad del presidente Biden, ha colgado en las redes sociales el siguiente mensaje: «Los Estados Unidos de América condenan cualquier propósito de destruir la democracia en Brasil. El presidente Biden está siguiendo la situación de cerca. Nuestro apoyo para las instituciones democráticas de Brasil es inquebrantable. La democracia en Brasil no será derribada por la violencia». Si Donald Trump fuera -Dios no lo quiera- el máximo mandatario de Estados Unidos, esa no hubiera sido su respuesta.
Las imágenes publicadas por el 'New York Times' de los asaltantes al Congreso en Brasilia actuando como 'hooligans' recuerdan poderosamente las extravagantes escenas de los asaltantes al Capitolio, con la gran diferencia de que en el caso norteamericano había muchas armas. De hecho, hubo finalmente nueve muertos en los incidentes después de horas y horas de bloqueo, jaleado por el propio Trump, como presidente saliente, y sus grupos de apoyo como la milicia armada; los autodenominados Oath Keepers (Guardianes del Juramento), la organización paramilitar formada sólo por varones blancos que se otorga como objetivo «defender la Constitución contra todos los enemigos, extranjeros o nacionales», o el tal Henry 'Enrique' Tarrio, el líder de los Proud Boys, que aúna a numerosos trumpistas hispanos.
Como dice mi admirado Javier Gomá, nuestro filósofo de la ejemplaridad, «todos somos ejemplo para todos, sea de barbarie o civilización». Y está claro que los gravísimos incidentes acaecidos en Washington el 6 de enero de 2021 se han grabado en la memoria colectiva de todos nosotros, pero especialmente en el continente americano. Para muchos será un contraejemplo que nos hará más cautelosos pero para otros, a la vista está, es una invitación a la barbarie, con el aliciente añadido e irresponsable de alcanzar alguna forma de fama o celebridad aunque sea tan penosa.
En el caso brasileño, el asalto ha sido mejorado con réplicas en la sede del Tribunal Supremo y en el palacio presidencial. En nuestro mundo narcisista de los teléfonos móviles, los bolsonaristas no se han ocultado a las cámaras ni se han privado de difundir imágenes provocando destrozos dentro de los edificios.
¿Para qué asaltar el Congreso sin darse el gustazo de hacerse unos cuantos selfies para presumir? No importa que esas imágenes te puedan incriminar, lo importante es el momento de «gloria». El propósito golpista no se ha disimulado, del mismo modo que los asaltantes al Capitolio lucían sus banderas confederadas o la enseña de Gadsden, con su leyenda 'No me pises' (Don't Tread On Me) y la serpiente de cascabel. Lo primero que han hecho los asaltantes al Congreso de Brasil ha sido arriar la bandera nacional e izar la del Imperio de Brasil, símbolo de la extrema derecha brasileña, que, como todas, añora su imperio, existente entre 1822 y 1889 y que precedió a los Estados Unidos del Brasil.
Alexandre de Moraes, uno de los jueces de la Corte Suprema que también es el garante de las elecciones de Brasil, tuiteó que el sistema de justicia no le fallará al país: «Los despreciables ataques terroristas a la democracia y las instituciones republicanas rendirán cuentas, así como los financiadores, instigadores, anteriores y actuales agentes públicos que continúan en la realización ilícita de actos antidemocráticos. ¡El Poder Judicial no le fallará a Brasil!». Así sea.
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