Jair Bolsonaro se ha sentado este jueves en el banquillo. Reuters

Bolsonaro dice que su procesamiento es «politiquero» y «malintencionado»

El expresidente de Brasil se enfrenta al juicio que podría inhabilitarlo de la política durante ocho años en caso de ser considerado culpable

Jueves, 22 de junio 2023, 20:58

Ocho años de inhabilitación política se juega el expresidente de Brasil Jair Bolsonaro, de 68 años, en el juicio que comenzó este jueves y en el que está acusado de levantar sospechas infundadas sobre el proceso electoral celebrado el pasado año, cuando perdió el poder ... ante Luiz Inácio Lula da Silva. De ser condenado, el líder ultraderechista sólo podría aspirar a volver a gobernar en 2030. Entonces tendrá 75 años. En total, se perdería tres elecciones, entre ellas las presidenciales de 2026.

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El conservador ha acabado en el banquillo como consecuencia de una investigación del Tribunal Superior Electoral (TSE) que ha encontrado serios indicios de «abuso de poder político». La acusación, de la que Bolsonaro se ha declarado inocente y ha tachado de «politiquera» y «malintencionada», se fundamenta en una reunión que mantuvo el expresidente, cuando era candidato a la reelección a la Presidencia el pasado 18 de julio, con medio centenar de embajadores. En aquel encuentro desacreditó el sistema electoral brasileño de urnas electrónicas y, además, atacó a ministros del Tribunal Supremo Federal (TSF).

El presunto abuso de poder y el aprovechamiento de su autoridad se centra en que el encuentro diplomático tuvo lugar en el Palacio de la Alvorada -residencia oficial del presidente- y utilizó las cadenas de televisión púbica y sus redes sociales para retransmitir la convocatoria. Esta conducta está considerada como una clara «interferencia» en la igualdad y el equilibrio de unas elecciones democráticas.

Entiende la parte demandante, el Partido de los Trabajadores -la formación que lidera Lula-, que Bolsonaro tenía como objetivo desequilibrar los comicios creando un clima de desconfianza en la población. Hecho que logró. Una vez conocida la reñida victoria de Lula da Silva se produjeron incidentes, manifestaciones y acusaciones de fraude electoral. Entre las evidencias presentadas este jueves en el juicio, que constará de tres sesiones, hay un vídeo del líder ultraderechista arremetiendo contra la justicia electoral, así como el borrador que hablaba de un posible golpe de Estado que se encontró en la casa del exministro de Justicia, Anderson Torres.

En la reunión con el grupo de diplomáticos para difamar la seguridad de las urnas -usadas sin denuncias de fraude desde 1996-, el acusado citó una investigación de la Policía federal que relataba un ataque al sistema electoral por parte de piratas informáticos. «No podemos afrontar los comicios bajo el manto de la desconfianza», dijo al mismo tiempo que ponía en duda la aceptación de un resultado adverso para él.

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Voto electrónico

El líder ultraderechista se declara inocente de haber arremetido contra el sistema electoral del país

Los abogados de Bolsonaro niegan esta interpretación de las palabras de su defendido y aseguran que el expresidente, realmente, intentó disipar dudas sobre la transparencia de las votaciones. Bajo la justificación de «libertad de expresión», el líder de la extrema derecha brasileña declaró este jueves que «democracia es libertad para hablar, criticar, contestar. Hoy uno dice algunas palabras y es detenido, como hablar sobre las urnas o las vacunas». Algunos quieren «cercenar la libertad», declaró.

Candidato sustituto

La primera sesión del juicio finalizó este jueves al mediodía. El presidente del TSE, Alexandre de Moraes, decidió que el análisis de la demanda será retomado el próximo martes. El veredicto en el que Jair Bolsonaro podría ser declarado inelegible durante los próximos ocho años se anunciará el jueves. Y, aunque resultara inocente, enfrenta otras dieciséis demandas en su contra que también podrían certificar su inhabilitación.

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No sería el primer expresidente en ser judicializado en Brasil, Lula fue inhabilitado y encarcelado tras un proceso marcado por las irregularidades, tal y como confirmó el Tribunal Supremo, que habilitó sus derechos políticos y permitió que pudiera presentarse a las últimas elecciones, en las que salió victorioso por tercera vez. Sin embargo, sí sentaría un precedente por ser el único, hasta ahora, sentenciado por el TSE.

Mientras se define el fallo, en el Partido Liberal, al que pertenece el ultraderechista, ya existen movimientos para ver quién puede ser el sustituto del expresidente en la carrera electoral de 2026. Tarcísio de Freitas, gobernador de Sao Paulo, aparece como el principal candidato.

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