Secciones
Servicios
Destacamos
«Mi voluntad es ganar en las urnas y no en las encuestas». Y así fue. Ninguna encuesta situaba a Bernardo Arévalo de León entre los favoritos para disputar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Guatemala. Todas cantaban una derrota por goleada. Era ... el penúltimo o el último. Pero, ¡oh! sorpresa. Su discurso y la herencia política paterna abrieron las puertas y los corazones de los guatemaltecos el 25 de junio. Más de 600.000 votos lo convirtieron en el rival del 'establishment' para la votación definitiva el 20 de agosto.
Sin embargo, no todo fue alegría. Los nueve partidos conservadores, entre ellos el del actual presidente, Alejandro Giammatei, impugnaron las elecciones. Alegaron irregularidades y un supuesto fraude electoral. «Esto es un golpe de Estado técnico», gritó Arévalo ante la suspensión que el Ministerio Público y la Fiscalía decretaron sobre su partido, el Movimiento Semilla.
Noticia Relacionada
Las calles de Guatemala se llenaron de ciudadanos protestando por lo que acababa de suceder. «El momento es ahora. Por un país para vivir. Vota diferente. No podemos seguir votando por los mismos. El pueblo de Guatemala tiene que reaccionar. Si ustedes quieren un futuro decente y no seguir con esta corrupción descarada, apueste por nosotros». Fueron las palabras que Bernardo Arévalo de León dirigió a los ciudadanos durante su campaña. Frases pensadas para un cambio político, en un país en el que ha predominado la corrupción en las últimas décadas.
El candidato centroizquierdista que promete «reconstruir el país, acabar con las elites de políticos criminales que han capturado las instituciones y recuperar el Estado de Derecho» recibió también el apoyo de la comunidad internacional, que criticó la decisión de la Corte de Constitucionalidad que había aceptado la medida cautelar y revisaba las actas electorales. Más de 60 intelectuales lanzaban a su vez un comunicado alarmados.
Nada sorprendía a Bernardo Arévalo de León. Nacido en Montevideo (Uruguay), pero guatemalteco de sangre. Hijo de Juan José Arévalo Bermejo, considerado el mejor presidente que ha tenido Guatemala (1954-1951), el primer mandatario electo tras la llamada revolución de octubre de 1944, el mismo hombre que durante su gobierno sufrió más de 30 intentos de golpe de Estado. Bernardo también nació en octubre (7/10/1958). Su padre estaba ya en el exilio y por eso vivió desde los dos años en Venezuela, México y Chile. A los 15 regresó a Guatemala.
Escritor, político, sociólogo y diplomático -fue embajador en España (1995-1996)- se doctoró en Filosofía y Antropología Social en la Universidad de Utrecht y también cursó estudios en la Universidad hebrea de Jerusalén. Es padre de seis hijos. Habla inglés, hebreo, francés y portugués. Fue asesor para la consolidación de la paz en conflictos internacionales.
Noticia Relacionada
Le costó entrar en la política y en 2015 entró en un grupo de reflexión y se convirtió en cofundador del Movimiento Semilla. Se declara progresista y socialdemócrata. Cree firmemente en que Guatemala está necesitada de una segunda primavera, de esa llamada también 'edad de oro', que este país vivió con el gobierno de su padre.
Es un férreo defensor de la separación de los poderes del Estado, crítico con la perdida de independencia del poder judicial, del acoso a la prensa, está en contra de los «gobiernos dictatoriales» de Venezuela y Nicaragua, y de Rusia.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.