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Los seguidores del ultra Javier Milei ondearon una extraña bandera amarilla con una serpiente en el centro en las celebraciones del nuevo presidente de Argentina. Una enseña que ya había sido vista con anterioridad en las manifestaciones de seguidores de Donald Trump, e incluso en ... el asalto al Capitolio organizado por aquellos. Este símbolo es conocido como la bandera de Gadsden y ahora se ha convertido en la última enseña de los ultras a lo largo y ancho del mundo.
La bandera tiene una de las historias más complejas dentro de la lucha de símbolos en Estados Unidos y, tras pasar por las manos de la extrema izquierda, se ha convertido en un emblema de la extrema derecha. Dentro de la guerra cultural que defienden personas como Milei -que se ha retratado con una bandera de Gadsden de grandes dimensiones- la apropiación de símbolos históricos para acomodarlos a su narrativa extrema es una práctica habitual. Solo así se entienden cuestiones tan absurdas como que un movimiento de supremacistas blancos aparezca con símbolos de nativos americanos en el asalto al Congreso.
Es una práctica que también ha llegado a España: varios de los manifestantes que han desfilado frente a la sede del PSOE en Ferraz en protesta por la Ley de Amnistía ondeaban una bandera española con un agujero en el centro. Es un símbolo que se hizo famoso en 1989, cuando los anticomunistas de Rumanía que se enfrentaban al dictador Ceaucescu arrancaron los emblemas comunistas de su bandera y dejaron un gran roto en el centro, un elemento que fue adquirido más tarde por la ultraderecha.
La bandera de Gadsden que utiliza Milei tiene su origen en la revolución antibritánica que dio origen al nacimiento de Estados Unidos. Fue el padre fundador Benjamín Franklin el primero en utilizar una serpiente de cascabel -un ofidio típicamente americano- para sus mensajes políticos. Franklin dibujó a la serpiente troceada al lado del lema 'únete o muere'. El significado era obvio: si los estados americanos no se unían contra el inglés corrían el riesgo de desaparecer.
La idea de la serpiente cascabel en una bandera fue creada por el general Christopher Gadsden alrededor de 1770, dentro de los movimientos independentistas antibritánicos. Este revolucionario procedía de una familia que había hecho su fortuna con la trata de esclavos y para elaborar su bandera cogió una serpiente de cascabel enroscada -el símbolo de Franklin- y la colocó en un fondo amarillo con el lema 'Don`t tread on me' (no me pises, en inglés). Este diseño llegaría a ser utilizado en los primeros barcos de la armada británica.
La bandera, sin embargo, cayó en el olvido hasta que en los años 70 fue recuperada por movimientos de izquierda y por libertarios, partidarios estos últimos de la desaparición del Estado. Dos décadas después, un sector del movimiento LGTBI norteamericano utilizó la bandera de Gadsden pero sustituyó su fondo amarillo por el arcoiris. Pretendía ser una llamada a reaccionar ante los ataques contra la comunidad gay, pero hubo corrientes que la rechazaron por su contenido violento. En 1991, el grupo Metallica grabó su canción 'Don`t tread on me' en un álbum que llevaba la serpiente icónica en su portada. El tema se convirtió en un himno conservador.
El símbolo ya había perdido su contenido histórico para convertirse en un signo de la ultraderecha más violenta y peligrosa. Incluso la adoptó el Tea Party -la facción más dura del Partido Republicano en los 90- y en 2014 adquirió un significado trágico cuando una pareja de supremacistas blancos cubrió con la bandera de Gadsden el cuerpo de los dos policías y el civil a los que asesinaron a tiros en un centro comercial de Las Vegas. Pese a que su significado sangriento ya era evidente, el trumpismo recuperó el símbolo y de ahí pasó a Milei. Cuando el magnate y dueño de X (antes Twitter) felicitó al candidato ultraderechista por su victoria, colgó en su plataforma una imagen del economista libertario con la serpiente cascabel.
Pero todavía ha protagonizado una nueva vuelta de tuerca. En 2021, el Estado de Texas aprobó sus leyes antiaborto, lo que dio aire a las agrupaciones contrarias a la interrupción voluntaria del embarazo en Estados Unidos. El movimiento feminista acudió entonces a este emblema por su componente libertario, es decir, el que rechaza la potestad del Estado para tomar decisiones que afectan a las libertades individuales. Estas organizaciones comenzaron a utilizar en sus actos de protesta la bandera de Gadsden -con la serpiente adoptando la forma de un útero-, acompañada del lema 'Mi cuerpo, mi elección'.
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