Argentina decide entre un continuismo desprestigiado y un laberinto desconocido

Escribió Ricardo Roa, editor general adjunto del diario 'Clarín' que «estas cosas de la política hicieron que gente que normalmente nunca votaría a Milei, que teme lo que puede provocar Milei, votara por Milei. Claro que eso no vuelve normal un país que se empeña en serlo poco y, a veces, en serlo nada».

Más llamativa es la duda planteada por el columnista de 'La Nación', Carlos M. Raymundo Roberts, que tituló su columna '¡Auxilio! Todavía no sé a quién voy a votar'. Y decía: «Es verdad, realmente no sé a cuál de los dos elegir. Desde el principio tomé conciencia de que tenía que optar entre Guatemala y Guatepeor, pero el problema es que ninguno reúne méritos suficientes para ser Guatemala».

Así, con este panorama de escepticismo, el pueblo argentino se cita con las urnas. Votar a Sergio Massa (51 años), que lidera el grupo político Unión por la Patria, y que ha sido ministro de Economía de un Gobierno al que se acusa de llevar al país a una inflación del 190% anual, a tener media población en la pobreza, del que se dice que ha sido el peor titular de la cartera que ha tenido el país, sería votar por lo conocido, por el oficialismo y por los hombres que han gobernado en los últimos años. Massa ha pedido perdón por todo lo malo que ha gestionado durante el período que ha estado al frente del departamento. Pregona que quiere empezar una nueva historia. Borrón y cuenta nueva. Nada de odio. Todo amor y esperanza. Tan bonito que cuesta creerlo.

Javier Milei (52 años), de La Libertad Avanza, lo quiere romper prácticamente todo. Se ha declarado un negacionista del cambio climático y propone una cantidad de ideas que darían un giro total al país. Lo hace desde el convencimiento de que Argentina está al borde de una grave crisis. Dice que con su 'motosierra' quiere terminar con los políticos corruptos y se presenta como el abanderado que exterminara el kirchnerismo. Sueña con aplicar políticas económicas liberales, que por algo lo llaman el libertario, aunque ello alertaría al empresariado que da un sí a la idea, pero no a cualquier precio. Cuando saltó a la política, 'The Economist' lo señaló como un peligro para la democracia. Hay quien lo cree de veras.

En su última aparición en público, el viernes en el Teatro Colón para presenciar la obra 'Madame Butterfly', en un clima muy tenso, Milei tuvo que escuchar gritos de «Basura, vos sos la dictadura», aunque también recibió muestras de apoyo.

En las vísperas de la elección del hombre que ocupará la Casa Rosada los próximos cuatro años, la Cámara Electoral citó de urgencia a los apoderados de ambas candidaturas con el único objetivo de preservar la convivencia democrática, que el partido de Milei había puesto en duda hablando de un posible fraude en las elecciones del pasado octubre. Entonces Massa obtuvo la mayoría de votos (36,7%), por el 30% de Milei. La Cámara Electoral, unos días atrás, ya había lanzado un comunicado en el que razonaba que todas las «invocaciones de fraude sin fundamento que en estos días desinforman a la opinión pública y socavan a la democracia».

Entre las promesas de Sergio Massa figura su deseo de saldar la deuda con el FMI –que el pasado julio ascendió a 405.594 millones de dólares–, bajar la inflación, mejorar el salario real y aumentar el empleo. La propuesta económica de Milei tiene su base principal en una reforma que permita la liberalización de la economía, bajar los costes laborales, convertir el dólar en moneda única y eliminar el Banco Central.

El populista pretende asimismo privatizar la educación, eliminar la obligatoriedad de la formación sexual integral, aspira a autogestionar el servicio de salud en trabajos compartidos con el sector privado y descentralizar las derivaciones hospitalarias. Massa preservaría la educación pública gratuita, aumentaría la inversión mínima en este apartado y crearía un sistema de salud integrado con garantías de derechos en materia de discapacidad y salud mental, además de legislar el acceso a una medicación gratuita.

Sobre el papel algunas encuestas vaticinan un ganador por un estrecho margen. En esta ocasión sería suficiente un solo voto de diferencia –mayoría simple- para proclamarse presidente y tomar posesión el próximo 10 de diciembre. Milei ha recibido el apoyo de nueve expresidentes y un manifiesto elaborado por el escritor peruano Mario Vargas Llosa. Los exmandatarios que le respaladan son el argentino Mauricio Macri, el español Mariano Rajoy, los colombianos Iván Duque y Andrés Pastrana, los mexicanos Felipe Calderón y Vicente Fox, el chileno Sebastián Piñera, el boliviano Jorge Quiroga y el portorriqueño Luis Fortuño. «El proyecto de Massa no es más que el proyecto de Néstor y Cristina Kirchner, lograr la hegemonía política a costa del presupuesto y del castigo a la oposición», han afirmado.

Massa cuenta con la adhesión de Pedro Sánchez, de su homólogo brasileño Lula y del expresidente uruguayo José Mújica.