Asier Quintana
Lunes, 8 de abril 2024, 12:08
Hace unos años el dengue era algo anecdótico en Argentina que solo afectaba a quienes viajaban a países más cálidos. Se observaba como una enfermedad tropical. Hasta el 2022, cuando debido al aumento de las temperaturas como consecuencia del cambio climático, el mosquito Aedes aegypti ... convirtió esta infección en endémica en el norte del país, y desde el comienzo del verano se ha ido propagando hasta ser un problema nacional. Este hecho inédito ha convertido a la nación sudamericana en el tercer Estado más afectado de América junto a Brasil (2.966.339) y Paraguay (212.939), siendo el territorio gobernado por Javier Milei el que más casos ha reportado en las últimas semanas, según informó la delegación regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Publicidad
De acuerdo al último boletín epidemiológico del Ministerio de Salud, los casos contabilizados en los que va de esta temporada de mosquitos (desde el 30 de julio de 2023, hasta el 7 de abril de 2024), el número de muertes asciende a 161 y los casos contabilizados ascienden a 232.996, las cifras más elevadas de la historia del país sudamericano. Actualmente, 19 de las 24 jurisdicciones de Argentina registran esta enfermedad que según el informe, no realiza distinciones entre sexos de los fallecidos.
Este organismo atribuye el «aumento exponencial» del casos de dengue a las condiciones «extremas» del clima y a la presencia del fenómeno 'El Niño', que ayuda a la propagación del mosquito. Según la OPS, América ha llegado a «cifras récord» con más de tres millones y medio de infectados y más de mil muertes. Jarbas Barbosa, director de la organización, señaló que los datos «representan tres veces más casos que los reportados en las mismas fechas».
Noticias relacionadas
Al igual que la Covid-19, una persona puede estar contagiada de manera asintomática, por lo que no estaría contabilizada en el sistema de salud. Esto puede llegar a ser un problema futuro para la salud pública del país porque los individuos que han contraído el dengue pero no se han enfermado, más adelante, cuando el contagio se convierte en infección, corren mayor riesgo de desarrollar la variante más grave que puede causar la muerte o hemorragias internas, debido a que no se ha tratado la enfermedad con antelación.
Según el Boletín Epidemiológico de la Nación, desde el 30 de julio de 2023 y hasta el 23 de marzo de este año, «la incidencia acumulada más elevada y el mayor número de contagios se observan en personas de entre 20 y 39 años», siendo el índice más bajo en los menores de 10 y años y las personas de la tercera edad, aunque estos últimos ocupan la mayor tasa de mortalidad. Además, en este mismo tiempo se han detectado 398 casos de dengue grave.
Publicidad
Para prevenir esta infección existe la vacuna Qdenga, desarrollada por el laboratorio japonés Takeda, aprobada en Argentina el pasado año y declarada segura por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología médica de Argentina (Anmat), como por la Agencia Europea del Medicamento (EMA). Pese a tener el beneplácito de las instituciones, hay opiniones divididas sobre la utilización de dicho suero. Algunos médicos, sobre todo pediatras, piden que se comience a aplicar de inmediato, aunque en su contra juega el tiempo. Desde el sector contrario a la inyección, afirman que al tener que suministrar dos dosis con un periodo de espera de una a otra de tres meses, para cuando el paciente reciba la segunda toma, el invierno ha llegado a Argentina y con ello, la huida de los mosquitos del país a zonas más cálidas.
Por otro lado, el ministro de Salud, Mario Russo, ha asegurado que «la vacuna no está validada» para aplicar a la población y «no es efectiva» para mitigar el brote. «Ni el gobierno anterior, ni los infectólogos, ni los organismos internacionales alcanzaron el consenso para recomendarla como estrategia para incluirla en el calendario nacional de vacunación», señaló en un comunicado. En este mismo discurso afirmó que esperan la autorización de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE UU, comentario que sembró la polémica. Los opositores denunciaron que el Ejecutivo de Javier Milei parece darle más peso a los estadounidenses cuando el organismo nacional y el europeo ya han aprobado el suero.
Publicidad
La única manera que tienen los argentinos para defenderse de las picaduras del mosquito que transmite la enfermedad son los repelentes, que escasean en el país desde marzo. El protector se ha convertido en oro líquido, las tiendas cuelgan el cartel de «agotado» y en los pocos establecimientos que todavía tienen existencias, mayormente de venta online, han aumentado los precios al ver la escasez del producto.
Según la BBC, las empresas que producen los repelentes aseguran que la falta del protector se debe a un error de previsión, mientras que el Gobierno atribuye el problema a «un cuello de botella» que se solucionará «en los próximos días». Los opositores acusan a Milei de no haber anticipado el brote. «La inacción de las autoridades hizo que cada empresario obtenga tarde la información. Ahora ya no llega», señaló el senador Martín Lousteau.
Publicidad
Al no poder protegerse con el producto, las redes sociales se han inundado de recetas caseras que explican cómo prevenir las picaduras con vainilla o ajo.
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.